Los diputados de la Junta General comenzarán a cobrar sus nuevos sueldos en octubre. La nómina del próximo mes ya se regirá bajo el modelo que ayer, después de seis meses de negociaciones y de casi diez de polémicas salariales, aprobó la Mesa de la Cámara con los tres votos favorables de PSOE, IU y UPyD y los dos negativos de Foro y del PP. A partir de ahora, los políticos asturianos de la Junta pagarán impuestos por todo el dinero que ingresen cada mes. Será el primer parlamento de España que así lo haga, aunque la tendencia asturiana ha calado en Galicia, donde el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha instado a su partido a que tome las medidas necesarias para terminar con sus privilegios fiscales.

El punto final a los tratos deja tras de sí un reguero de controversias y dos partidos insatisfechos, sobre todo en la parte que se refiere a las compensaciones por desplazamientos, de la que aportan dos versiones encontradas. En Foro no convence el recorte y, al contrario, el PP apostaba por la eliminación. Los diputados dejan de cobrar las dietas de kilometraje y pasan a percibir una asignación complementaria, sujeta a impuestos. Hasta ahora, los diputados ingresaban 0,19 euros por cada kilómetro entre su domicilio y la Junta General, multiplicado por 30 días y por doce meses.

El nuevo concepto establece cuatro tramos para estas compensaciones. No cobran aquellos que viven a menos de 50 kilómetros de la Junta General, en trayecto de ida y vuelta. Hasta 99 kilómetros reciben 250 euros mensuales; hasta 199 cobran 450, y a partir de ahí, recibirán 650 euros. Estas cantidades fueron revisadas en 50 euros a la baja en los últimos compases de la negociación.

Los diputados pierden además la dieta de 933 euros para manutención, aunque se compensa con una subida en sus salarios brutos, equiparados ahora a los de los altos cargos del Principado -consejeros y directores generales-, en función de la responsabilidad de cada uno en el Parlamento. Con el nuevo modelo, la Cámara asturiana se ahorra 46.819 euros al año. Para Foro esto demuestra que «el objetivo nunca fue la austeridad», según dijo su portavoz, Cristina Coto, una vez aprobado el nuevo método, frente al ahorro que de 834.000 en que su grupo cuantifica la propuesta de reducir los diputados de 45 a 35. Además, considera que el acuerdo «ataca» la labor parlamentaria de «movilidad y representación, al castigar» a los diputados del oriente y del occidente.

El descontento en el PP venía por no haber logrado eliminar el concepto de kilometraje, «cambia la denominación pero no cambia nada», dijo José Agustín Cuervas-Mons, y por «haber perdido la ocasión de hacerlo por unanimidad» e imponer «un modelo con gravísimos defectos por 23 votos a 22».

Ignacio Prendes, el único representante de UPyD en la Cámara regional señaló que el nuevo sistema mejora «la objetividad, la claridad y la transparencia» y que establece una retribución «suficiente y digna», a pesar de que reconoció «una merma importante» motivada por la tributación a Hacienda del total de las retribuciones. El modelo que ahora decae tenía una vigencia de dos décadas, aunque había sido revisado el año pasado.