La Fiscalía culpa de un buen número de los accidentes de tráfico a los conductores que, por haber perdido facultades psicofísicas, sufrir una enfermedad grave o encontrarse a tratamiento con fármacos que pueden disminuir sus capacidades, no están condiciones de conducir. La solución, para el ministerio público, se encuentra al final de la memoria presentada recientemente por el Fiscal General del Estado: que los médicos, tanto de centros públicos como privados, den cuenta a las correspondientes jefaturas provinciales de Tráfico de aquellos conductores que sufran una enfermedad o deficiencia que les incapacite para conducir. Los fiscales piden que se reforme la ley de Seguridad Vial para incluir esta medida.

Pero a los médicos no les gusta nada esta idea, al considerar que tendría efectos contraproducentes. Y es que, según señala un psiquiatra ovetense consultado por LA NUEVA ESPAÑA, la medida daría lugar a situaciones insostenibles, como por ejemplo, que los médicos tuviesen que informar a Tráfico de todos aquellos conductores a quienes se recetase un simple antihistamínico, el fármaco que se prescribe para los procesos gripales, puesto que puede provocar somnolencia y por tanto dar lugar a una merma de las capacidades psicofísicas que derive en un accidente.

La medida parece estar dirigida sobre todo a sacar de la circulación a aquellos conductores que sufren enfermedades altamente incapacitantes, como los trastornos mentales o coronarios. El psiquiatra consultado indica que los médicos también se verían obligados a informar de aquellos pacientes que estuviesen a tratamiento a base de ansiolíticos, que tienen los mismos efectos que los antihistamínicos. La lista se extendería a otros fármacos de uso relativamente común. "Esto elevaría el número de personas privadas del carné de conducir a varios millones", añade el psiquiatra. Los facultativos han mostrado un rechazo frontal a la posibilidad de informar de sus pacientes. Aparte de que podría entenderse como "una delación", los médicos tienen dudas de que esta medida no atente contra el deber de secreto profesional.

Esta posibilidad no le es ajena a la Fiscalía, que en su "Propuesta legal sobre la comunicación de datos clínicos a las autoridades de tráfico a los fines de la declaración de pérdida de vigencia del permiso de conducir por pérdida de aptitudes psicofísicas", sostiene que "resulta evidente que el padecimiento de una enfermedad se enmarca en la esfera de privacidad de una persona y que se trata de un dato íntimo que debe ser preservado del conocimiento ajeno".

No obstante, entiende que puede sacrificarse ese derecho fundamental con el fin de tutelar otros derechos de primer orden "como son la vida e integridad física implicadas en el tráfico viario".

Propuesta legal

Los fiscales solicitan incluir un nuevo apartado en el artículo 63 de la Ley de Seguridad Vial, del siguiente tenor: "Cuando un médico, de la sanidad pública o privada, tenga conocimiento como consecuencia del reconocimiento de su paciente, constándole que es titular de una autorización administrativa para conducir, de la existencia de una enfermedad o deficiente incluida en el Anexo IV del Reglamento General de Conductores, lo pondrá en conocimiento de la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente".