Más mimo para las sendas de montaña que vertebran el territorio. Es la reivindicación formulada ayer por los siete grupos de montañeros de Asturias y Galicia que se reunieron en Luarca para participar en la segunda edición del Encuentro astur-galaico de senderismo. La cita, que en este caso estuvo organizada por el grupo valdesano "Estoupo", reunió a alrededor de 200 personas.
El presidente de "Estoupo", Rubén Díaz, puso de manifiesto el "abandono" que sufren muchas de las sendas. "Si no se limpian y adecuan, perderán su homologación y es una pena. En Valdés tenemos los cinco primeros senderos de pequeño recorrido (PR) de Asturias, lo que quiere decir que hubo sensibilidad para crearlos, pero ahora debe haberla para mantenerlos", precisó Díaz, quien instó a los ayuntamientos a trabajar por mantener este recurso.
En la misma línea se mostró el presidente del grupo "Sin Fronteras", de Muros de Nalón, Faustino Garrido, quien indicó que la crisis está notándose y mucho en los itinerarios: "Se notan los recortes, porque están llenos de maleza, pero no sólo falla la Administración, sino que también afecta el despoblamiento que sufre el mundo rural". El presidente del grupo "Marqués de Casariego", de Tapia, José Manuel Fraga, coincide en el mismo diagnóstico: "Es un recurso extraordinario, pero muchos están medio abandonados. Pasa también en tramos del Camino de Santiago".
Los montañeros piden más sensibilidad de las administraciones públicas para mantener un recurso natural de primer nivel. "Hace falta mejorar la señalización y la limpieza; los políticos deben escuchar a los grupos de montaña, que son los que mejor conocen el territorio", precisó uno de los participantes. La red de sendas asturianas es un patrimonio que admiran desde la comunidad vecina. El grupo "Paso Miudo", de O Valadouro (Lugo), el único gallego que finalmente asistió a la cita, así lo reconoce. "Nuestro modelo de referencia es Asturias, aquí están mejor las sendas", incidió su presidente, Suso Rubio.
Más optimista fue el presidente de "Peña Furada", José Santos, quien indicó que en el Occidente las rutas tienen en general buen estado de conservación y que, en la medida de lo posible, los ayuntamientos se implican para mantenerlas.
Estos encuentros astur-galaicos se gestaron hace dos años a propuesta del grupo naviego "Peña Furada", con el objetivo de crear un vínculo entre los aficionados a la montaña del occidente asturiano y la Mariña lucense. En total participan en el proyecto dieciséis colectivos, ocho de cada comunidad. El objetivo es hacer dos encuentros al año, uno en Asturias y otro en Galicia, además de intercambiar experiencias y crear un punto de reunión y colaboración.
