Cáritas, el brazo social de la iglesia, ya atiende en Asturias a 30.000 personas, la cifra límite a la que la organización puede llevar "acompañamiento" con un modelo de atención de calidad que pretende preservar la dignidad de las personas necesitadas, como explicó ayer en Oviedo Adolfo Rivas, director de esta ong en la región. Rivas justificó de ese modo que la organización no aumente el cupo de beneficiarios de ayuda en Navidad. "Podríamos hacerlo, pero esa actuación concreta no hace comunidad y no es una solidaridad que aporte la cohesión social que perseguimos", señala Rivas.

En línea con esa filosofía, Cáritas presentó ayer en su sede ovetense una campaña navideña, en colaboración con Fundación La Caixa, para poner a disposición de las familias necesitadas 1.100 tarjetas con una carga de quince euros destinada a comprar juguetes, ropa y otros artículos para niños en situación de vulnerabilidad. El cambio estriba en que en vez de repartirse regalos directamente a las familias, éstas podrán adquirirlos en las tiendas de manera anónima. "De ese modo, vamos a lograr que ningún niño se quede sin regalo y, lo que es más importante, que ninguna familia pierda la posibilidad de ofrecer directamente los juguetes a sus hijos", resalta Rivas.

Jorge Gutiérrez García, delegado general de La Caixa en Castilla y León y Asturias, remarca que el objetivo de la campaña es que los menores y las familias necesitadas puedan comprar los juguetes de Navidad de forma "normalizada, como las personas que no se encuentran en riesgo de exclusión", añade. Cuando termine la campaña navideña, las tarjetas pasarán a ser el instrumento con el cual las familias que reciben vales de compra podrán adquirir, de ese modo, los productos de primera necesidad a los que no pueden acceder, como indica Pilar Díaz Cano, responsable de la red de acogida y acompañamiento de Cáritas. "Nuestro objetivo es defender la dignidad inviolable de la persona", agrega Rivas, quien también recalca su total oposición a "todas las formas de pobreza, opresión, injusticia y desigualdad social".

Llamada al consenso

Rivas no ocultó ayer su preocupación ante la posibilidad de una prórroga presupuestaria regional en 2014, ante la falta de acuerdo entre los partidos políticos representados en la Junta General del Principado. "Si todos los partidos dicen que es mejor tener presupuestos que no tenerlos, lo lógico es que hagan un esfuerzo por entenderse", asegura Rivas. El máximo responsable de Cáritas aclara que el funcionamiento interno de la organización apenas se verá afectado si finalmente no se aprueban las cuentas. "Ése no es el problema, porque el ochenta por ciento de nuestros recursos son privados", matiza.