El máximo responsable de la consejería de Industria durante el Gobierno de Foro, José Manuel Rivero, no entiende por qué no está el expresidente regional y líder forista Francisco Álvarez-Cascos en la extensa lista de comparecientes de la comisión de investigación por el "caso Villa" y la gestión los fondos mineros. Y quiso dejar patente esa extrañeza al inicio de su comparecencia en su declaración voluntaria, sin que mediara pregunta previa. El pronunciamiento de su propio exconsejero obligó a la forista Esther Landa a aclarar la posición de su grupo parlamentario.

"Me causa sorpresa que sea yo la única persona de Foro Asturias llamada a comparecer. Me resulta curiosa la ausencia de Francisco Álvarez-Cascos. Igual que estamos todos los que fuimos consejeros de Industria, también están todos o casi todos los que fueron presidentes del Principado. Sin embargo no está Francisco Álvarez-Cascos que además tuvo también especial relevancia en relación con los fondos mineros cuando formó parte del Gobierno de la nación ya que fue vicepresidente del Gobierno de España", manifestó Rivero en su declaración al inicio de su comparecencia, antes de empezar a responder a las preguntas de los diputados de los cinco grupos parlamentarios.

Las palabras de Rivero no cayeron en saco roto de la diputada forista, Esther Landa, quien esbozó una sonrisa enigmática mientras Rivero reclamaba las comparecencias de Álvarez-Cascos y de la ex directora general de Minas, Carolina Morilla, "cuya carrera profesional en ACOM ha estado ligada siempre a los fondos mineros". Landa precisó que en Foro "conocemos perfectamente el esfuerzo Cascos y Morilla en relación a los fondos mineros, si otros no los han llamado por miedo a lo que pudieran decir ante esta comisión, allá ellos". Ya metido en materia, Rivero dijo que no creía que hubiera habido aprovechamientos delictivos en los sobrecostes de los fondos mineros. "Me inclino a pensar que no hubo fraudes. No se si soy ingenuo pero en la mayor parte de los casos lo que había era mala gestión, tramitación engorrosa y dirección técnica poco rigurosa".

El consejero de Industria durante el Gobierno forista cifró en 188 millones de euros el importe de los convenios que caducaron a finales de 2011 por la falta de una firma del Ejecutivo de Zapatero y consideró "un dolor que se dilapidaran fondos que debían ir a las comarcas mineras, por una decisión política". Según Rivero, al llegar al Principado en el verano de 2011 "encontramos un poco de caos en la gestión, las actuaciones no contaban con programa y dirección, lo que originaba continuas desviaciones".