Después de recorrer todas las ciudades costeras del norte de España la nieve llegó ayer a Gijón. Los copos fueron los grandes protagonistas a eso de las nueve de la mañana en la zona oeste del concejo, pero la capa blanca que cubría aceras y playas no tardó mucho en desaparecer. A pesar de todo, dio tiempo para que muchos vecinos de la ciudad inmortalizaran con sus cámaras y teléfonos móviles instantáneas blancas como hacía años no se veían. "En algunos momentos, trapeaba como cuando Franco", aseguraba una gijonesa.

La nieve, en realidad, supo a poco a vecinos como Lucía Fernández. "Me recuerda mucho a 1964, cuando yo tenía 13 años. Desde entonces, pocas veces más había visto algo así. Lo echaba de menos", contaba esta misma gijonesa mientras paseaba con Aristóteles Tocayo por la zona de Poniente haciendo memoria de "cuando teníamos que ir hasta las montañas a ver nevar". "Presta mucho que caiga, que se vea blanco en los tejados y que haga frío", argumentaba. Como ella, otros vecinos aprovecharon la nevada para echar la vista atrás y recordar inviernos "de los de verdad" vividos en los años ochenta o incluso antes. "En el 47 hubo una nevada tan fuerte que tuvieron que parar hasta los tranvías", contaba Arsenio Meana, vecino de la calle Marqués de San Esteban. "Yo estuve muchos años viajando a Villablino y vengo de Teverga, en donde todavía tengo familia, así que no le tengo miedo a la nieve y tampoco me impresiona mucho", aseguraba, por su parte, un residente en Fomento, Manuel González, a quién las bajas temperaturas no le impidieron ayer por la mañana salir a pasear. Donde también les supo a poco la nevada fue en los colegios de la zona oeste. "Los niños estaban emocionados, pero no pudieron ni tocar la nieve, apenas cubrió un milímetro", decía un responsable del colegio público Atalía de El Natahoyo.

La nevada cuajó más en la parte alta del concejo. Los operarios municipales tuvieron que utilizar una quitanieves y repartir kilos de sal por varias carreteras de la zona rural para evitar que los vecinos se quedaran aislados o tuvieran problemas para circular. A pesar de que muchos tuvieron que extremar las precauciones, desde la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón, destacaron la ausencia de accidentes de importancia en el concejo. La coincidencia de la nevada con la hora de comienzo de la jornada laboral en los polígonos industriales de la ciudad hizo, eso sí, que a eso de las nueve y media de la mañana se viviera un gran atasco en la entrada a Gijón por la AS-II.

Las condiciones climatológicas adversas han obligado a suspender este fin de semana en Gijón el mercado del Ferrocarril y el Ecológico y Artesano. La ciudad sigue además pendiente de los vecinos de la zona de Sotiello que esta semana tuvieron que ser desalojados como consecuencia del mal estado que presentaban sus viviendas, algunas de ellas a punto de derrumbarse.

Varios de los afectados le comunicaron ayer a la Alcaldesa Carmen Moriyón su intención de solicitar una vivienda de emergencia municipal. La regidora visitó la zona a mediodía acompañada del concejal de Mantenimiento Urbano Manuel Arrieta. A lo largo del día de ayer y, según datos de la estación meteorológica local, las temperaturas en Gijón oscilaron entre los 2 grados de mínima y los 6 de máxima. Durante la madrugada, el viento llegó a alcanzar los 40 kilómetros por hora. La Agencia Estatal de Meteorología asegura que los termómetros no variarán a lo largo de la jornada de hoy y que la gran protagonista de la jornada volverá a ser la lluvia.