La temporada estival arranca mañana domingo a las 18,38 horas y será calurosa, más calurosa de lo habitual. O eso, al menos, es lo que indican las previsiones meteorológicas basadas en doce modelos diferentes, que también apuntan a que habrá algunos días de llovizna, pero nada distinto a lo que ha venido ocurriendo en los últimos 30 años. Las previsiones también señalan a que el tiempo empeorará ligeramente a partir del domingo, para iniciar una clara mejoría desde el jueves de la semana que viene.

Manuel Antonio Mora García, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Asturias, reclamó ayer prudencia ante los avances meteorológicos, advirtiendo de que en Asturias "hay muchos microclimas" debido a su orografía, lo que complica las previsiones a medio y largo plazo respecto del resto de la Península.

Para estos próximos días las previsiones apuntan a que continúa el tiempo anticiclónico, seco y estable, con temperaturas en ascenso. Mañana y el lunes, habrá nubosidad de evolución diurna en el interior, con posibilidad de algún chubasco en zonas de montaña. El martes, miércoles y el jueves habrá probables tormentas y a partir de ahí, se prevé que se instale el verano en el Principado.

La Agencia Estatal de Meteorología calcula que hay un 40% de posibilidades de que este verano sea más cálido de lo habitual, y un 35% de que el volumen de las precipitaciones sea el habitual en la época estival en el Principado. "La variabilidad climática hace que cada año sea distinto, pero la tendencia este siglo es de temperaturas ascendentes. El cambio climático es una evidencia por la acción del ser humano", aseguró Mora.

El aumento de las temperaturas ya se registró en la región en la primavera que ahora finaliza y que fue "más calurosa" de lo habitual, señaló el delegado territorial de la AEMET. Ofreció algunas cifras. Por ejemplo: la temperatura media se situó en 13,1 grados centígrados, 0,7 más de lo habitual. Fue, además, un trimestre seco, con un 19% menos de precipitaciones.

La Agencia tiene instaladas en la región 20 estaciones automáticas, y 60 manuales. Según los datos recogidos en las primeras, la temperatura máxima se registró en las cercanías de Felechosa, en el concejo de Aller, donde se alcanzaron los 30,3 grados, mientras que Coto Cortés, en Degaña, tuvo la mínima, con 4,1 grados bajo cero. También en esta localidad se localizó el mayor cúmulo de precipitaciones en un día, con 42,8 litros por metro cuadrado. Carreña, en Cabrales, registró la mayor racha de viento: 142 kilómetros a la hora.

En el análisis por meses, marzo fue el más frío y el más húmedo, con una media de 0,7 grados por encima de lo habitual, con una media de 9,5 grados, y un 20% menos de precipitaciones de lo que viene siendo normal. El mes de abril destacó por ser muy cálido, con una temperatura media del 12,7 grados (1,6 más de la media habitual) y normal en cuanto a las lluvias, con un 19% menos. Y, por último, mayo fue un mes cálido, con 14,3 grados de media (0,8 por encima de lo que se registra en esa época), pero sobre todo destacó por ser muy seco y porque a finales de mes hubo un episodio de "bastante frío".

Manuel Antonio Mora también matizó que el tiempo en el área central de la región es más cálido y menos húmedo que en las alas.

Si se tiene en cuenta el año agrícola, que comienza el 1 de septiembre, ha llovido "ligeramente por debajo de lo normal. Las precipitaciones acumuladas hasta mayo fueron de 908 milímetros por metro cuadrado, cuando lo habitual son 928", explicó el delegado de la AEMET. El Occidente fue donde menos llovió, mientras que en el Oriente lo hizo por encima de lo habitual.

Pero eso ya pasó. Y ahora todo apunta a que Asturias se tiene que preparar para un buen verano.