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La Lluera, un tesoro en la oscuridad

Las cuevas de Priorio, con los grafismos más representativos del arte paleolítico europeo, apenas gozan de promoción por parte de las administraciones

La Lluera, un tesoro en la oscuridad

Están consideradas por los expertos como el santuario exterior más completo del arte paleolítico europeo. Sin embargo, muy pocos conocen las cuevas prehistóricas de La Lluera. Ubicadas sobre el cauce del río Nalón en las inmediaciones de San Martín de Priorio (Oviedo), las oquedades -son dos- destacan por la cantidad de grabados que contienen. El arqueólogo Pablo López explica que ambas presentan una serie de líneas y triángulos que se repiten con gran frecuencia en las paredes. En algunos casos, estas rayas fueron repasadas hasta tres o cuatro veces, como revelan las investigaciones realizadas en la zona. No es de extrañar, por tanto, que López asegure que este paraje es el que mejor refleja el sistema de símbolos utilizado por el homo sapiens hace 20.000 años para representar sus creencias y conceptos. Ahora bien, llegar a entender esta simbología ya es más complicado. De hecho, cada uno puede hacer su propia interpretación.

Y eso ocurrió en una de las visitas organizadas por la asociación La Ponte, responsable de la gestión del conjunto artístico, dependiente de la consejería de Cultura del Principado de Asturias. Donde los expertos ven una cierva, la ovetense María López contempla un erizo. Y donde supuestamente hay un bisonte, Laura Garrido aprecia un pez. Lo que está claro, no obstante, es que en las cuevas de La Lluera, que fueron descubiertas en los años setenta, hay un gran número de grafismos de animales. Los más frecuentes: ciervas y caballos. Todos ellos destacan por su abstracción, sobre todo, de las cabezas. "Cada una es diferente y muchas tienen forma de pato", precisa López.

El mural de pinturas más destacado de La Lluera se localiza en la cueva principal y recibe el nombre de "gran hornacina". En ella, hay una representación de uros -el antepasado a los toros-, que es la más expresiva del arte paleolítico del solutrense en Asturias. El arqueólogo Pablo López indica que se tratan de animales que aparecen en línea diagonal, como bebiendo. Se puede observar su sexo y hasta marcas del cabello.

Aparte de esta hornacina, la oquedad tiene otros múltiples dibujos que decoran casi en su totalidad la galería occidental. Por esta riqueza gráfica, La Lluera I es una de las cuevas con arte paleolítico más importante de la cuenca media del Nalón, zona en la que se inscriben otras más o menos conocidas, como La Viña, Murciélagos, Entrefoces, Las Caldas, El Conde y Torneiros.

Por su parte, La Lluera II es una cueva mucho más pequeña -hay que agacharse para poder entrar-, en la que se aprecian un conjunto de triángulos pubianos en torno a una cierva. Las excavaciones arqueológicas han permitido sacar a la luz una estratigrafía con interesantes niveles en los que se conservan restos de las culturas solutrense, magdaleniense y aziliense. Todo un tesoro en la oscuridad para los amantes de la historia y el arte.

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