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JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ-RAPOSO | Excoronel jefe de la Guardia Civil en Asturias

"Unir cuarteles no es sumar dos más dos, y ningún vecino quiere que se cierre el suyo"

"Los guardias de Tráfico no salen a pillar; se les odia cuando sacan el boli, pero en una avería o un accidente son la salvación"

El excoronel de la Guardia Civil, durante la entrevista. NACHO OREJAS

Juan Bautista Martínez-Raposo Piedrafita (Sabiñánigo, Huesca, 1954) llegó hace casi una década a Asturias para ocupar el puesto de Comandante jefe de la Guardia Civil en el Principado. Venía de Navarra, pero en 41 años de servicio los destinos fueron múltiples y las experiencias numerosas y algunas muy intensas. Ahora pasa a la reserva, a disfrutar de su esposa, de sus dos hijos y de sus dos nietos recién nacidos, Leyre e Íñigo.

-Debió de notar considerablemente el cambio de Navarra a Asturias.

-Pedí ir a Navarra en la época dura, cuando había atentados con fallecidos. Eso era terrible. Pero también participé en la detención de algún comando y en esos momentos la satisfacción es enorme. Te acuerdas de todos los compañeros, de todas las víctimas, y sientes que estás cumpliendo con tu deber.

-Cuando se lucha contra el terrorismo ¿es cuando más cerca se siente la muerte?

-En Tráfico también estás en contacto con la muerte. Fui capitán del destacamento de Tráfico en Valencia en la época del "bacalao". Aquello era tremendo porque todos los fines de semana veías a chavales jóvenes muertos en la carretera. Mientras estás en el servicio haces tu trabajo, como los bomberos y los sanitarios. Lo peor es después, cuando llegas a casa y empiezas a rebobinar. Yo me acuerdo de todos los fallecidos de Tráfico, de todos los que vi en la carretera. Y también tiene ahí la violencia de género, que es otra lacra. Me acuerdo del caso de Soto del Barco, el hombre que mató a sus dos hijas... ¡Por dios! Esas cosas nos las hacen los animales. ¿Cómo se le puede hacer daño a tus hijos ni a nadie sólo para hacer daño a la mujer a la que has querido?

-Tiene la mesa aún con papeles. ¿Le quedan cosas pendientes?

-Siempre hay cosas pendientes, pero no hay vacío de poder porque la vacante ya ha salido como libre designación y mientras tanto se queda al frente el teniente coronel jefe de la Comandancia de Gijón, Francisco Javier Puerta Muñoz. Llevamos mucho tiempo juntos y se trata de mantener la forma de trabajar hasta que llegue la persona que me va a sustituir.

-¿Usted recomendaría Asturias como destino?

-Sin duda. Es la mejor zona en el empleo de coronel.

-¿Y eso?

-Porque Asturias es uniprovincial pero tiene dos comandancias, lo que es muy singular. Sólo existe algo similar en Cádiz, que están Cádiz y Campo de Algeciras, pero allí la situación y las razones son bien diferentes a las del Principado. Dos comandancias te permite tener más efectivos porque en ambas hay equipo de Policía Judicial, Seguridad Ciudadana, Tráfico... Es más potencial para trabajar. Y es bueno porque hay mucha diferencia entre el Oriente y el Occidente de la región, en la forma de pensar y actuar. Una ventaja que tenemos es que nosotros no necesitamos policía de proximidad, porque el guardia está integrado en el terreno y con los paisanos y eso hace mucho más fácil el trabajo.

-En todos sus actos públicos siempre agradece la colaboración de los vecinos.

-Porque el contacto permanente con la sociedad no se puede perder. Las asociaciones de vecinos son fundamentales para nosotros, porque son las que realmente nos permiten palpar el estado de seguridad. A través de ellos se detecta enseguida cuando hay problemas.

-¿Tiene suficientes efectivos la Guardia Civil en la región?

-Tenemos cerca de 2.200 efectivos en plantilla y una cobertura del 90%. ¿Se necesitan más? Siempre se quiere más. Llevamos cuatro años con muy poca oferta pública de empleo y esperamos que este año podamos tener algún guardia más. Dicho esto, el potencial es el adecuado. Tenemos puestos, el Seprona, patrullas de costas y fronteras, equipos de Policía Judicial y la Unidad de Seguridad Ciudadana, que interviene en el orden público.

-Y coordinación con otros cuerpos de seguridad.

-Sería un error que no la hubiese. A un ciudadano no se le puede decir que una denuncia no es de tu incumbencia porque no corresponde a tu circunscripción. Un ciudadano no tiene que estar pendiente de si vestimos de verde, azul o colorado. Lo que quiere son soluciones. ¡Si hay delincuencia para todos!

-Según las estadísticas, Asturias es de los territorios más seguros del país.

-Asturias es segura. La tasa de criminalidad es del 25,5% por cada mil habitantes, cuando la media española es del 43,8%. Yo a veces me enfado con algún amigo cuando vamos a tomar sidras (me encanta esa bebida porque permite compartir conversación y humor) porque se dejan las llaves en el coche, a la vista. Es cierto que eso demuestra el grado de seguridad que hay y que los ciudadanos sienten, y por eso actúan así. Pero eso mismo en Madrid no lo hacen y tampoco es necesario hacerlo aquí.

-En algunos cuarteles tienen ustedes poquitos agentes.

-Nosotros hablamos de la seguridad objetiva, con cifras frías. Donde hay pocos guardias, no pueden salir a patrullar porque el puesto no puede quedar vacío. Pero los vecinos no quieren que se cierre su cuartel.

-¿Está a favor o en contra de la unificación de cuarteles?

-Unir cuarteles no es sumar dos más dos y que salga cuatro. Hay que mantener un cuartel abierto y la unión supone incorporar más terreno a vigilar y eso conlleva tener más patrullas. A lo mejor se tiende a eso, pero es muy difícil. Los guardias tienen horarios estrictos. Se han perdidos horas de servicio y se han hecho núcleos operativos para garantizar una patrulla permanente de servicio. Esta es una buena solución, pero no es la óptima, porque se necesita más gente. Ahora hay muy buenos sistemas de comunicación y vehículos y la respuesta es rápida, con una media de 10 a 15 minutos. Pero hacen falta patrullas porque hay muy zona rural y extensa.

-¿Qué opina de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil? ¿Cree que son necesarias o que incordian?

-Las asociaciones profesionales son legales y hacen su trabajo. Algunas veces no estoy de acuerdo en algunas cosas, pero ellos pensarán lo mismo de mí. Lo que siempre les pido es que trabajen por el ciudadano, que es nuestro fin, y después por el Cuerpo.

-¿Ha cambiado mucho la Guardia Civil?

-Ha cambiado todo, menos el tricornio y el uniforme verde.

-¿No le parece que está pasado?

-No. Y no es feo, es... distinto. La modernidad y la tradición deben ir de la mano. Hemos recuperado el uniforme de época para los actos institucionales y algunas tradiciones más. ¿Por qué no? Son señas de identidad de la Guardia Civil.

-¿Cómo cree usted que ve la sociedad a la Guardia Civil? ¿Por ejemplo, a los agentes de Tráfico? ¿Se les quiere poco?

-Yo fui profesor en la escuela de Tráfico y capitán. Se les mira mal cuando sacan el bolígrafo. Se les odia profundamente. Pero cuando se tiene una avería o un accidente, y se ve venir a la Guardia Civil ¿qué se piensa?: Ya están ahí. Y uno se siente a salvo. ¿o no? Digamos que es una relación... amor-odio curiosa.

-Es que... salen a pillar.

-¡Qué va! Si de verdad salieran a pillar.... Oiga, a mí me han denunciado. Un radar. Se ve que me despisté y ... dos puntos. De multa pagué la mitad, porque la aboné en cuanto me llegó.

-¿Cuál es la media de edad de la Guardia Civil en Asturias?

-No llega a los 40 años. Hay mucha gente joven y licenciados y graduados.

-¿Es una forma de encontrar trabajo en plena crisis?

-Quizás. Pero también puede ser porque en la Guardia Civil hay muchas salidas profesionales, muchas especialidades por tierra, mar y aire para las que se exige una elevada cualificación y en la que se puede desarrollar una profesión.

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