El consejero de Ganadería, Ibo Álvarez, presentó ayer a los sindicatos agrarios ASAJA, COAG y UCA sus planes para la campaña de saneamiento de 2016. Entre las principales novedades está un "protocolo de flexibilización" que busca no paralizar las explotaciones en caso de tener animales reaccionantes a la prueba de la tuberculina y reforzar el diagnóstico. Pese a ello, los ganaderos saldrán hoy a la calle y se concentrarán en las inmediaciones de la Consejería de Desarrollo Rural para denunciar los falsos positivos que arruinan al campo asturiano.

El nuevo planteamiento del Principado se aplicará a las explotaciones que cumplan los siguientes requisitos. El primero es que sean ganaderías T3H, es decir, aquellas que llevan más de tres años consecutivos con la máxima calificación sanitaria (carta verde) y, por tanto, son inmunes oficialmente a tuberculosis históricas. El segundo es que estén ubicadas en comarcas con prevalencia de la enfermedad menor del uno por ciento. Y el tercero es para animales trashumantes, que pertenezcan a comarcas con prevalencia menor del uno por ciento.

Otra de las novedades que incluye la campaña de saneamiento del año que viene es que las vacas que presenten una reacción a la prueba de tuberculina con un engrosamiento de la piel superior a 4 milímetros, sin otros signos clínicos claros, pueden ser considerados como reaccionantes -no positivos-. A estos animales, explica Ibo Álvarez, se les repetirá la prueba con la tuberculina comparada (bovina y aviar), transcurridos al menos 42 días, y si el resultados es negativo, "la explotación quedará libre y mantendrá la calificación sanitaria".