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El Ramadán termina en fiesta

La comunidad musulmana de Asturias se reúne en una celebración para dar por finalizado el mes de ayuno y espiritualidad

Parte de la comunidad musulmana de Oviedo. M. L.

La noche del pasado martes al miércoles daba por finalizado el mes de Ramadán para la comunidad musulmana de todo el mundo. Por ello, la mañana de ayer fue de celebración para la numerosa comunidad musulmana residente en Asturias, como explica Mohamed Lamane, marroquí residente en España desde hace más de una década.

"Nos reunimos todos por la mañana en la mezquita, a rezar y cuando terminamos comemos dulces típicos de nuestra tierra, acompañados de zumos". El final del Ramadán es un día de alegría, donde los más pequeñpos reciben regalos de todo tipo, con los que disfrutar una fecha tan señalada, en la que se da fin a los 30 días mas señalados del calendario islámico. Esta celebración durará de uno a tres días, dependiendo de cada familia y el fervor con el que lo viva.

"Siempre nos juntamos toda la familia para desayunar, comer y cenar: hermanos, padres, hijos... Nos reunimos alrededor de una mesa muy variada, en la que comemos, reímos y hablamos". En esa mesa no pueden faltar distintos dulces típicos como la chebakia, a base de frutos secos y miel, el msaman, un pan hojaldrado típico marroquí, o el baghrir. una especie de crepe, además de el conocido cuscús magrebí. Todo ello regado con grandes cantidades de zumós, té y café.

Esta comida es eminentemente rica en calorías para compensar el mes de ayuno anterior. "Es un mes en el que nos acercamos a Alá, la gente pide perdón y expiran sus pecados", explica Mohamed. Es un periodo muy duro, que coincide con el noveno mes lunar en el calendario islámico, en el que los musulmanes no pueden "comer, ni beber desde las cuatro y veinte de la madrugada hasta las diez y diez de la noche, desde que sale el sol hasta que se pone", cuenta Mohamed. Tampoco está permitido tener sexo, ni mentir, ni robar, ni pecar de ningún modo durante ese periodo, ya que conllevaría un gran castigo. Esta temporada de contrición y acercamiento a dios tiene su cénit en la noche del decreto, en la que se celebra el día en que Alá reveló el Corán. En esta noche, la comunidad musulmana se reúne en las mezquitas para rezar y leer el libro sagrado hasta que salga el sol.

Esta fecha señalada se produce en la noche del vigesimoséptimo día del Ramadán, coincidiendo este año en la noche del pasado viernes al sábado. "Es una noche muy importante y emocionante para nosotros", asevera Mohamed.

"Nosotros ya estamos acostumbrados, los que peor lo pasan son los niños. Claro que cuesta, pero de eso se trata. Los primeros días lo llevas mal pero según va avanzando el mes, lo vas llevando mejor", afirma Mohamed, que junto con gran parte de los musulmanes que residen en Oviedo se reunieron en la mezquita ovetense del Paseo de La Florida. "En Asturias hay más, cada uno se reúne en la suya. Unos en Avilés, otros en Mieres, otros en Lugones... lo importante es estar todos juntos en un día tan importante".

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