"Vivía por y para la moto, desde que se levantaba hasta que volvía a casa". Con estas palabras resumía ayer Diego Sueiro la gran pasión de su compañero el policía ovetense Santiago Fernández Pevida, fallecido el pasado sábado en un accidente de tráfico en la carretera de Pajares (N-630) cuando circulaba con su motocicleta cerca de la localidad leonesa de Busdongo. Sueiro, secretario del Motoclub Asturguardianes, al que Fernández Pevida pertenecía, también era compañero del fallecido en la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría de Oviedo.

Según Sueiro, el fallecido "llevaba seis meses trabajando en la unidad de prevención, después de haber estado tres años intentando conseguir la plaza. Estaba contentísimo de haber entrado". Sin embargo, "ante todo, era un motero". Su compañero explica que "entró en la UPR para estar en el mundo de las motos, de las que también sus familiares son grandes apasionados".

Los miembros del Motoclub Asturguardianes, en el que Fernández Pevida participaba activamente, le rindieron ayer un homenaje al escoltar su féretro durante el traslado desde Busdongo hasta el tanatorio de Oviedo en el que se celebraron unas honras fúnebres a las que asistió el delegado del gobierno, Gabino de Lorenzo.

El accidente se produjo el sábado a mediodía cerca de Busdongo. Un miembro de Asturguardianes paró para asistir a Fernández. "Llevaba una camiseta del club; le conocíamos bien porque iba a todas las reuniones", destacó. Otro motorista de la delegación asturiana del Motoclub Los Froilanes, que iba hacia La Bañeza para ver una carrera, también atendió al accidentado, que entonces estaba en estado crítico. Sin embargo, nada se pudo hacer para salvarle la vida.