La competencia científica de los alumnos asturianos de quince años se encuentra al mismo nivel que el de la mayoría de los países europeos, entre los que figuran los países más avanzados en materia educativa, como Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Holanda o Reino Unido. Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del último informe del Programa Internacional de Evaluación del Alumnado (Informe Pisa), correspondiente a 2015, según el cual solo seis de los 35 países de la OCDE lograron una puntuación superior a Asturias en destrezas científicas. De ellos, tres son europeos.

En el estudio participaron 72 países de todos los continentes. En Asturias se examinó a 1.790 estudiantes procedentes de 54 centros educativos. Según el informe, los resultados de Asturias son superiores al promedio de la OCDE en las competencias evaluadas. Este dato consolida la tendencia iniciada con la evaluación de 2012 y deja al Principado en séptimo lugar en Ciencias y décimo en Matemáticas y Lectura. No obstante, se retrocede algunos puestos en el conjunto del país con respecto al informe anterior, cuando los asturianos eran los sextos en Matemáticas, cuartos en Lectura y segundos en Ciencias.

Según la Consejería de Educación, los resultados obtenidos demuestran que el sistema educativo asturiano combina calidad y equidad. La gran mayoría de los estudiantes figura en los niveles intermedios de la escala, lo que supone que existen pocos casos en los niveles más bajos o más altos. Estos niveles de rendimiento reflejan que el Principado está cerca y en vías de alcanzar los objetivos europeos de 2020.

De la comparación por géneros realizada en el informe PISA se desprende que, en lectura, las mujeres obtienen 17 puntos más que los hombres, mientras que los hombres obtienen 7 y 13 puntos más que las mujeres en competencia científica y matemática, respectivamente.

Las variables de acceso y permanencia en el sistema educativo muestran un fuerte impacto en los resultados del Informe. El alumnado escolarizado a edades tempranas (tres años en infantil) obtiene unos 85 puntos más que el alumnado que no asistió a dicha etapa (o lo hizo durante menos de un año).

La repetición es la variable que más diferencias marca: el promedio del alumnado repetidor es 105 puntos más bajo que el del alumnado que nunca ha repetido.

Asimismo, según PISA las variables afectivas y emocionales (motivación instrumental y autoeficacia) también son significativas. A mayor motivación y autoeficacia, mejores resultados en ciencias. Y las aulas con ambiente de trabajo más ordenado tienden a lograr mejores resultados.