"La totalidad de la población asturiana respira un aire perjudicial para la salud". Ecologistas en Acción toma para la afirmación los parámetros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y alcanza esa conclusión para acabar el capítulo de Asturias en su análisis de la calidad del aire en 2016. El colectivo añade que "dos tercios del territorio están expuestos a niveles de contaminación que dañan la vegetación" y sitúa al Principado como la provincia con más centrales térmicas entre las quince más contaminantes del país, cuatro, por este orden Aboño, Soto de Ribera, Soto de la Barca y Lada.

El informe, que en su dimensión nacional concluye que el 94 por ciento de la población respira aire contaminado, dice sobre Asturias, después de recopilar datos de 71 estaciones medidoras y desembocar en la sensación de que las partículas en suspensión PM10 y PM 2,5 superaron los niveles recomendados por la OMS en "la mayoría de las estaciones" del área central, sobre todo en Avilés y el Puerto de Gijón, que las emisiones de dióxido de azufre mejoraron respecto a 2015, pero que tuvieron afección localizada en las grandes aglomeraciones urbanas o en el entorno de las grandes industrias o que los hidrocarburos tóxicos, entre los que se cuenta el benceno, localizan el problema en torno a la industria de Trubia y Llaranes, en Avilés.

Aunque reconoce la revisión de los planes de calidad del aire de la zona central y Gijón, los considera insuficientes, y concluye que "el cuadro general de Asturias" dibuja los "puntos de contaminación importantes" en el área metropolitana y más concretamente alrededor de los polígonos industriales, los puertos de Avilés y Gijón y por el tráfico rodado Oviedo y Gijón, además de los entornos de las centrales térmicas.