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La columna del lector

La planta de tratamiento de basuras

No hace mucho tiempo hubo en nuestra región una lucha a cara de perro con la macroincineradora que querían poner en Serín como telón de fondo. Una lucha desigual donde los dos grandes partidos, PSOE y PP, como en tantas otras cosas, se habían puesto de acuerdo para regar a los asturianos con cancerígenas dioxinas y furanos. Enfrente sólo estaba Izquierda Unida y los ecologistas, pero también los asturianos sensatos, que eran y son muchos. En aquella coyuntura política a IU le salió un aliado inesperado en su lucha contra la incineradora, Foro Asturias. Aquella alianza tácita, y por abajo, contra natura no tenía su explicación en que IU se abstuvo cuando Cascos presentó sus Presupuestos, unas cuentas que echaron abajo, unidos otra vez en santa alianza, PSOE y PP, sino en la situación de Foro Asturias en el Ayuntamiento de Gijón, donde el partido de Cascos gobernaba gracias a los díscolos que capitaneaba Pilar Fernández Pardo y, en una paradoja que tiene su explicación, los votos de izquierda que fueron a parar a Foro Asturias. Aquella paradoja, como todo el mundo sabe, no ha desaparecido del todo, porque si bien Mercedes Fernández acabó cargándose a Pilar, que se fue harta de luchar contra los molinos de viento de su propio partido, son los votos de izquierda de Xixón Sí Puede los que sostienen a la alcaldesa Moriyón. En Foro no parecen ser totalmente conscientes de ello.

La macroincineradora de Serín fue, es y será "casus belli" para Izquierda Unida. Hasta tal punto es así que la coalición progresista puso la condición de la paralización del proyecto para permitir la investidura de Javier Fernández y sólo algo tan importante pudo convencer a la militancia para que aceptara que el PSOE formara Gobierno en minoría en Asturias, una militancia que ya había dicho que no quería volver a gobernar con los socialistas. Muchas cosas han cambiado desde entonces en la política regional, han aparecido nuevos actores, Podemos y Ciudadanos, y Foro ha vuelto a sus orígenes, al PP, haciéndose el harakiri (cuando alguien está empeñado en suicidarse no puedes hacer nada) y un aire nuevo parece que ha entrado a ventilar el PSOE. Pero, los problemas siguen ahí y las aviesas voluntades de algunos también. Y Asturias tiene un grave problema con sus basuras, un problema al que hay que dar una solución cabal y progresista.

A pesar de muchas dificultades y de actitudes sectarias y cerriles, las circunstancias objetivas, en Asturias y en España, han abierto la posibilidad de un acuerdo de izquierdas, un acuerdo PSOE-Podemos-IU, no sólo para tener un Gobierno fuerte, 28 diputados de la izquierda contra sólo 17 de la derecha, que permita terminar con garantías la legislatura, un acuerdo estratégico que debe ir mucho mas allá de las futuras elecciones autonómicas. Pero, ese acuerdo no será posible si se retoma el proyecto de la macroincineradora de Serín, proyecto que acuna Mercedes Fernández y la vieja guardia socialista. La otra alternativa posible es una planta para el tratamiento integral de las basuras, no sólo el tratamiento bruto, como tienen ciudades que generan muchísima más basura que Asturias, como Nueva York y Chicago, por ejemplo. Una planta que seleccione y recupere la práctica totalidad de las basuras que generamos y que no podemos seguir almacenando indefinidamente. Podemos no puede opinar igual que Ciudadanos, la marca blanca del PP, en este asunto. No se puede marear la perdiz apelando a la selección particular de los residuos, cuya mejoría estaría muy bien, pero que no es la solución. IU y la gente sensata no pueden quedarse otra vez solos, porque tienen toda la razón.

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