La guerra de la manzana selló ayer la paz en Oviedo. Los lagareros, a petición del Principado que les reclamó un gesto de "buena voluntad", se comprometieron con los productores a hacer un "esfuerzo" para comprar toda la fruta posible, a pesar de que las bodegas están llenas y al límite de su capacidad.

La "supercosechona" de este año, estimada en casi 40 millones de kilos de manzana, más del doble de la del año pasado, que sumó 17, es el equivalente a lo que procesan todos los lagares de la región y garantiza de forma sobrada el abastecimiento para la bebida que saldrá del tonel el próximo año, pero debe competir con la parte de producto que llega de fuera, alrededor de un diez por ciento de la mercancía necesaria.

La angustia de los cosecheros ante la posibilidad de que parte de la fruta quede en el prao se calmó en el transcurso de una reunión arbitrada por el director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas, quien aclaró ante elaboradores y productores que el mercado es libre y sería ilegal establecer cualquier regulación, "igual que ocurre en el caso de la leche, los arándanos o las naranjas de Valencia". Entre los asistentes estaban José Cardín (El Gaitero), Samuel Trabanco (Sidra Trabanco), José Antonio Norniella (Sidra Norniella), Cele Foncueva (Foncueva), José Palacio Álvarez (Viuda de Palacio), José Manuel Buznego (Sidra Buznego), Miguel Hevia (gerente de ASA) y Daniel Ruiz (gerente de la DOP Sidra de Asturias).

Dicho esto, Casas se comprometió a auspiciar la elaboración de un plan estratégico para el sector sidrero cuando finalice la actual campaña, a fin de marcar posibles líneas de actuación para paliar los efectos de la vecería (la fluctuación de cosechas que se da entre años pares e impares). Esas medidas podrían incluir la supresión temporal de las ayudas actuales a las nuevas plantaciones. Daniel Ruiz, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sidra de Asturias, se mostró convencido de que la potenciación de la marca de calidad es la solución para garantizar la salida al mercado de manzana asturiana. "Si el consumidor demanda la sidra que lleva materia asturiana al cien por cien, toda la producción regional tendría salida; por ahí van los tiros", indicó. Los elaboradores adscritos a la Denominación consumirán este año entre seis y siete millones de kilos, un récord absoluto, debido a la entrada en el Consejo Regulador de diez nuevos lagares, entre ellos los de Manzana Seleccionada. En el mismo sentido se expresó José Antonio Norniella, quien remarcó la buena voluntad de los lagareros, "que al final quedamos como los malos de la película cuando no lo somos".

Los cosecheros, promotores de la reunión, destacaron el diálogo entablado, como recalcó Álvaro Menéndez, presidente de la sectorial de manzana de Campoastur. "Lo de ayer fue una forma de juntarnos para acercar posturas y ver soluciones. La respuesta de los lagares nos sirve, lo importante es que sea ágil". La recolección va a la mitad en las pomaradas y lleva distinto ritmo según las variedades. Menéndez asegura que "si los grandes fuerzan un poco, la cosa no irá mal, aunque lo que han comprado fuera ya no puede devolverse". Algo de fruta se perderá, pero no tanta como se temió al principio de la campaña, como señaló Belén García, representante de los cosecheros y vicepresidenta de DOP.

Jesús Casas, que cuantificó el excedente en un cinco por ciento y reconoció que en Asturias entran mostos elaborados de otras zonas, "algo totalmente legal" según sus palabras, insistió en seguir corrigiendo la vecería, agudizada con la producción de las nuevas plantaciones profesionales de los últimos años, con rendimientos mayores que las tradicionales. "Ése es el problema y puede arreglarse parcialmente usando variedades menos veceras". Matizó que los lagares tampoco pueden comprar por encima de sus posibilidades. "Tampoco se les puede decir dónde abastecerse; el comunismo es una antigualla, aquí hay libertad".