Vanessa PARAPAR

La «Chocolatera» de Avilés ya empezó a andar. Abuelos, nietos, padres e hijos esperaban ayer impacientes a que el convoy llegara a la plaza de España, donde inicia su recorrido.

Con media hora de retraso y con los nervios a flor de piel subieron al tranvía los almerienses Juanjo Rodríguez y Marina Medina, que llegaron esta mañana a Avilés. «Estamos haciendo el Camino de Santiago y hemos parado en la villa para descansar», dijo Rodríguez. «Una tendinitis nos obligó a descansar y desde la oficina de turismo avilesina nos recomendaron este trayecto para que pudiéramos conocer Avilés y sus playas», explicó Medina mientras embarcaba en el reconstruido tranvía de vapor.

Recordando la nostalgia de la vieja «Chocolatera» -que salía de Avilés para alcanzar Salinas-, Alberto Martínez llevó a su nieta Carla Martínez a que conociera los recuerdos del abuelo. Martínez tomaba la «Chocolatera» al lado de su esposa cada vez que iban a la playa de Salinas con la comida y los niños.

La máquina, con los vagones repletos de ansiosos, echó a andar hace ya dos días con un lleno absoluto en cada uno de sus viajes. «Hay cinco pases a lo largo del día: dos por la mañana y tres por la tarde, de cincuenta y cuatro viajeros cada uno», contó ayer Ana Llamazares guía turística. Según los organizadores, se podrían llenar tres trenes como la «Chocolatera» en cada viaje. El único inconveniente que hay es que los pases duran una hora y media aproximadamente y no se pueden hacer más. Entre los próximos días 18 y 21, la «Chocolatera» recorrerá solamente el casco histórico del concejo de Avilés.