F. L. JIMÉNEZ

El secretario comarcal de CC OO, José María Guzmán Pacios, caló ayer un melón que hasta ahora nadie se había atrevido a abrir en Avilés: la posibilidad de «aparcar» alguno de los grandes proyectos que las administraciones públicas tienen entre manos desde hace años sin avances contrastables a cambio de centrarse en cuestiones más domésticas pero no por ello menos acuciantes, caso del futuro de la industria, la problemática del desempleo o los «pequeños proyectos» de ámbito local igualmente en suspenso: suelo industrial, centro de transportes, etcétera.

La reflexión de Guzmán Pacios al respecto es la siguiente: «Si en tiempo de bonanza económica fuimos incapaces de impulsar los grandes proyectos, que son los más costosos, quién se puede creer que ahora, en plena crisis y con el anuncio de recortes generalizados en la obra pública, van a poder salir adelante. Lo que hay que hace es quitarse la venda de los ojos y dejar de engañar a la gente; ciertas obras no se van a hacer porque no hay dinero, y punto. Lamentablemente, eso es así y si nos empeñamos en seguir mareando perdices lo que conseguiremos es malgastar un tiempo que mejor estaríamos empleando en desbloquear otros asuntos más de andar por casa».

Las palabras del líder comarcal de CC OO, según explicó, pretenden provocar, más que una renuncia a objetivos deseables de la comarca, un arrebato de sentido común para evitar que se dilapide «un tiempo precioso en debates estériles». No los citó, pero en el contexto de la conversación flotaban proyectos como la ronda norte o la eliminación de las vías.

José María Guzmán Pacios compartió ayer éstas y otras inquietudes con los miembros de la ejecutiva ampliada de su sindicato. La reunión se alargó casi cuatro horas, señal de que en CC OO le están viendo muy de cerca las orejas al lobo.