Santiago Zaldumbide Viadas (Getxo, Vizcaya, 1942) ingresó en 2010 más de 13 millones de euros. El industrial vasco, presidente de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa), es, además, el director ejecutivo de la división de cinc de Xstrata, uno de los conglomerados mineros más importantes del planeta. De hecho, la compañía transnacional Glencore International anunció esta semana que se fusionará con Xstrata Plc., creando un mastodonte empresarial alumbrado en Londres que tendrá en sus manos el 60 por ciento del mercado de cinc mundial. Asturiana de Zinc será un diamante dorado de la nueva superempresa minera. Zaldumbide fue uno de los responsables del despegue de la compañía. Se subió a la ola de la recuperación de la empresa metalúrgica a mediados de los años noventa y obtuvo el aplauso y el respaldo del Gobierno socialista del Principado. De hecho, el ex presidente Vicente Álvarez Areces le concedió la medalla de plata del Principado. Desde 1999, Azsa ha gestionado casi 24 millones de euros en ayudas regionales.

Pero estos que se avecinan no parece que vayan a ser los mejores años de Zaldumbide. El director ejecutivo de Xstrata Zinc no figura en el comité de dirección que gobernará la fusión de Glencore y Xstrata. En medios empresariales se apuesta por su jubilación: reconocimiento de los servicios prestados (Azsa produjo en 2011 más de 511.000 toneladas de cinc metal, récord histórico). Daniel Francisco Maté Badenes -que será propietario de un 3 por ciento de la nueva empresa- controlará la explotación de cinc en el planeta.

Pero ésta no es la primera vez en que Zaldumbide parece más fuera que dentro de la compañía. Llegó a Asturiana de Zinc de rebote. Alfredo Sainz, presidente de Banesto, le encargó liquidar el grupo empresarial Corporación Industrial de Banesto después de que el banco hubiera sido intervenido por el Banco de España. Asturiana de Zinc pertenecía a la corporación. Esto sucedió en 1994. La empresa en aquellos años no vivía sus mejores tiempos. En 1995 hubo dificultades, incluso, para pagar las nóminas. Y es que la compañía se había metido en la aventura de un oligopolio mundial de cinc que resultó pésima: Azsa, la compañía alemana Metallgesellschaft AG y Glencore -cuando estaba dirigida por Marc Rich- conformaron un «trust» para controlar el metal en el mundo. «En total, se gastaron bastante más de 1.000 millones de dólares en un intento de reducir la oferta mundial de cinc», según el periodista Daniel Ammann. O sea, Asturiana de Zinc contribuyó a crear una burbuja de cinc con el peligro de que estallase encima de sí misma. Y eso fue, precisamente, lo que terminó sucediendo.

Rafael Benjumea Cabeza de Vaca y su director general de aquel momento, José Luis Gómez Quílez, repararon el agujero. Zaldumbide aprovechó la bonanza, Azsa empezaba a cobrar aliento. Se abrieron las puertas a nuevas inversiones: Cajastur y HC apostaron por el cinc, pero el negocio al final se lo quedó Glencore International (conglomerado dedicado a la especulación de materias primas minerales y alimenticias). Aquella fue la puesta de largo de Zaldumbide.

¿Cuáles son los méritos que adornan la hoja de servicios del ejecutivo vasco? Ha logrado que la crisis pase de largo por su empresa abaratando el coste de producción: las relaciones laborales en su compañía están reguladas actualmente por un convenio expirado en diciembre de 2010. Se mueve dulcemente por los despachos políticos. Asturiana de Zinc ha reconocido haber disfrutado de 23,8 millones de euros en concepto de subvenciones, donaciones y legados recibidos. Esta cifra es la suma de los fondos mineros recibidos por la ampliación de la fábrica de San Juan de Nieva, de otras ayudas para las plantas de recuperación de plata y de reducción de emisiones contaminantes, así como la subvención para la construcción de la planta de ácido sulfúrico superconcentrado que se abrió en 2003. No figuran en esta contabilidad, sin embargo, los 300.000 euros provenientes del Principado y destinados a desarrollar en los años 2009, 2010 y 2011 el proyecto «Albion».

Zaldumbide, licenciado en Deusto y MBA en Berkeley, ha pasado por las compañías más importantes de España y del mundo. En Asturiana de Zinc se empiezan a mover butacas. Comienza una nueva etapa.