Marta PÉREZ

El setenta por ciento de los atropellos con resultado de muerte que se registran en Avilés se deben a una imprudencia del peatón. Así lo aseguró ayer el comisario jefe de la Policía Local de Avilés, Eloy Benito Calzón Rodríguez, en la clausura del curso de extensión universitaria «Técnicas de conducción: ingeniería, derecho y práctica» de la Universidad de Oviedo, que ayer despidió a los alumnos tras una intensa semana de conferencias y clases prácticas.

Eloy Benito Calzón desgranó en su ponencia las intervenciones policiales en el ámbito urbano, y se centró, en algún momento de la charla, en experiencias concretas de la Policía Local de Avilés, donde trabaja desde hace 36 años. Es el caso de los atropellos. Calzón realizó recientemente un estudio sobre los atropellos muy valorado entre los investigadores de accidentes de tráfico, según explicó el director del curso, Juan Manuel González-Carbajal, que preside la Asociación Española de Investigadores de Accidentes de Tráfico. «El estudio era muy completo, porque cogíamos una muestra amplia de veintiséis atropellos con resultado de muerte durante veinte años», expuso el comisario jefe de la Policía Local. «El resultado del estudio es que más del setenta por ciento de los atropellos ocurridos en Avilés sucedieron por una imprudencia del peatón. En este amplio porcentaje de casos estaban cruzando fuera de los pasos de peatones», señaló Eloy Calzón.

El comisario jefe de la Policía Local dedicó también parte de su charla a explicar cómo se organiza el tráfico en una ciudad, y cómo se puede mejorar su fluidez. «Las ciudades se diseñaron para acoger coches y ahora estamos en un momento en el que volvemos a todo lo contrario, a recuperar espacios para los ciudadanos y arrinconar a los coches», manifestó. Avilés tendría dos opciones, explicó Calzón para mejorar la fluidez del tráfico. El primero sería fomentar el uso de la bicicleta: «Es un tema más de cultura, pero depende más de la orografía de la ciudad. En Avilés resulta complicado para una persona que no esté de hacer deporte subir desde las Meanas al Carbayedo», explicó. En su opinión «se está queriendo impulsar de forma desmedida el uso de las bicicletas, cuando no siempre es viable», afirmó.

Dicho esto, a juicio del comisario jefe de la Policía Local, la única solución para mejorar la fluidez del tráfico en Avilés pasa por fomentar el uso del transporte público. Aunque aquí también surge un problema: que Avilés no tiene carril bus. «Hay un plan para mejorar el transporte público. Como en Avilés no hay carril bus, se trataría de provocar órdenes de semáforos en verde cuando pase el autobús. Sólo habría que controlar el itinerario del autobús y los horarios establecidos», señaló Eloy Calzón durante la charla en el Centro de Servicios Universitarios. Este plan contribuiría a «disminuir los tiempos del transporte público para que sea más atractivo para los ciudadanos», añadió.

Sin embargo, el comisario jefe de la Policía Local considera que hay un problema de tipo social que complica la movilidad sostenible en la ciudad. «Los vehículos tienen todavía una cierta connotación social ligada al poderío. Quien lleva un Audi 8 va todo orgulloso al volante. En nuestra educación social aún utilizamos el vehículo como elemento de connotación de poder. Nadie dice que sea fácil», explicó Eloy Benito Calzón a los alumnos del curso de extensión universitaria.

A la charla del comisario jefe de la Policía Local siguió una sobre el régimen sancionador en materia de tráfico que impartió el director del curso, el profesor José Manuel González-Carbajal García. Los 45 alumnos del curso recibieron sus diplomas acreditativos al final de la mañana.