Ex ministro de Trabajo y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

La Granda (Gozón),

Myriam MANCISIDOR

Fernando Suárez (León, 1933) es uno de los últimos ministros vivos del franquismo, concretamente de la tendencia aperturista. Fue responsable de la cartera de Trabajo y tuvo un papel destacado en la transición española. Ayer participó en el curso de La Granda sobre la Constitución de 1812 con una ponencia titulada «Cuando las Cortes de Cádiz». Minutos antes de pronunciar la conferencia, Fernando Suárez atendió a LA NUEVA ESPAÑA.

-A día de hoy, ¿considera necesaria una reforma constitucional?

-Sí, creo necesaria una prudente reforma constitucional que no asuste a nadie, es decir, que sea comprensiva con la organización territorial porque está demostrado que no es viable en ciertos aspectos.

-¿Qué papel debe tener la Corona?

-Debe tener un papel moderador. En este sentido, el Rey ha sido ejemplar: nunca ha intervenido en la política diaria, ha cumplido en su papel de respaldar a los gobiernos fueran los que fueran y actualmente creo que ejerce un gran papel buscando concordia y, en definitiva, que los políticos estén de acuerdo en lo esencial. Este es el papel de la Corona y el que tenemos que defender todos: tenemos que impulsar grandes acuerdos entre políticos, no podemos permitir que estén insultándose de la mañana a la noche. Estamos en un momento muy delicado y en los momentos delicados es cuando hay que estar unidos y entendiéndose en lo básico.

-¿Qué opina de los recortes aprobados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy?

-Hace unos años, pocos, ya dije en este mismo diario que no se podía soportar el gasto público en España, que había excesos por doquier. Los recortes son indispensables, pero lo que no se puede hacer es quitarle un euro a un pensionista mientras haya en España diecisiete parlamentos, diecisiete defensores del ciudadano... Como decía, comprendo y soy partidario de que el Gobierno haga recortes, pero no me gusta que afecten a la sanidad o a la educación mientras no exista una voluntad firme de meter la tijera en otros asuntos. Y que nadie me diga ahora que esto es el chocolate del loro, porque ya hace años que dije también aquí, en La Granda, que en España había una plaga de loros comiendo chocolate.

-¿Está a favor o en contra de un posible rescate a España?

-Espero que no sea necesario pero tampoco hay que dramatizar: si es una muestra de la solidaridad de la Unión Europa y significa que Europa está dispuesta a seguir avanzando, a tener competencias y a ejercer de verdad, creo que tenemos que ver ese posible rescate como algo positivo y no como una catástrofe nacional. No son los «Cien mil hijos de San Luis», son amigos y solidarios que vienen a echarnos una mano.

-¿Le preocupa la prima de riesgo?

-Supongo que como a todos. Estoy preocupado en la medida que supone no el riesgo de que nos intervengan, que como he dicho no me parece lo peor que nos puede pasar, me parece grave en el sentido de nuestra comparación con Alemania u otros países que pagan sus créditos, que trabajan más.

-Explíquese, por favor

-Cada joven español tiene que ser consciente de que en Alemania se levantan a las seis o a las siete de la mañana para trabajar y que saben que en España hay «botellón», que es el único país de Europa que lo practica: no como un exceso de un día sino como hábito. Aquí se sale todos los días y hay que ser conscientes de que otros no van a trabajar para nosotros. La prima de riesgo se acercará a la alemana en el momento en el que trabajemos más.

-Usted defendió el decreto ley de huelga ante Francisco Franco, que lo firmó. ¿Qué lectura hace de las movilizaciones que se están produciendo ahora en el país?

-La huelga es un derecho que yo reconocí en España en el año 1975, cuando todo era mucho más difícil. La huelga tiene limitaciones y el respecto a los demás es fundamental. Yo que siento muchísimo y muy de cerca el tema de la minería asturiana, en su día eché todas las manos que pude a los mineros asturianos, pero creo que pierden mucha de la razón que pueden tener si van a Madrid diciendo que la próxima visita será con dinamita. Tienen que ser moderados, tienen que ejercer el derecho a manifestación y a la huelga pero en un ordenamiento democrático, no a lo loco o a lo salvaje. Cualquier ciudadano serio tiene que respaldar la buena conducta incluso del huelguista.

-Como ex ministro de Trabajo, ¿que piensa de la fuga de cerebros al extranjero?

-Digamos que hay una fuga de jóvenes, unos cerebros y otros no. Yo fui director general de migración y eso te hace muy sensible. El campesino de Badajoz que tenía que ir a trabajar a la Mercedes (Alemania) vivía un drama porque no conocía ni el idioma ni las costumbres ni nada. Había que mandarle hasta los periódicos y la televisión para que tuviera algún vínculo con España. Ahora estamos en otra fase. Hay una migración de jóvenes licenciados, pero esta Alemania no es la Alemania de antes de la Unión Europa. Para nosotros, desde el punto de vista de la libre circulación, Alemania es como Murcia. Ahora los jóvenes saben más idiomas, participan en Erasmus y los jóvenes están capacitados para trabajar en Londres o en Alemania.