Luanco, B. FERNÁNDEZ

El gobierno gozoniego del PP ya pone fecha al fin de la Mancomunidad del Cabo Peñas que integra junto al municipio de Carreño: diciembre de este mismo año. En esos dos meses, aseguran desde el gobierno del Partido Popular al norte del río Pielgo, se planteará la disolución primero en el pleno de Gozón, y después en el seno del ente comarcal, como mandan los estatutos. La intención del gobierno es establecer un nuevo acuerdo con Carreño y mantener ciertos servicios como por ejemplo, el servicio de medicina deportiva o la piscina de Antromero.

La disolución, eso sí, se llevará a cabo de forma ordenada, cumpliendo escrupulosamente los estatutos del órgano, que exigen, no solo la mayoría del pleno de Gozón para efectuar la ruptura, sino también de la Junta de la Mancomunidad. Una vez sea aprobada en Gozón, se convocará una Junta del órgano comarcal con la finalidad de reafirmar la disolución ya con los concejales de Carreño. Y si bien no existe una mayoría conservadora en ese pleno, todo apunta, según revelaron fuentes populares, a que no exista oposición una vez el pleno de Gozón ya haya subrayado su firme posición de abandonar el ente.

Ayer también, la Unión Independiente de Carreño (UICA) planteó una nueva propuesta para evitar el cierre del órgano, mediante la refundación de la Mancomunidad del Cabo Peñas con la reforma de sus estatutos, para que se adecue a la realidad económica de los Ayuntamientos de Carreño y Gozón.

Se pretende con esta propuesta «reafirmar los principios sobre los que se creó la Mancomunidad que implican compartir servicios para alcanzar una gestión más eficaz de los recursos», explicó el portavoz de UICA, Ramón Artime. La moción pretende también «desenmascarar a PP y PSOE», quienes hasta ahora han mantenido posturas encontradas sin llevar ningún paso a efecto y resolver la encrucijada de la entidad.

La refundación planteada por UICA plantea crear «una oficina de gestión urbanística que sustituya y descargue a los dos ayuntamientos de los elevados costes que representa el mantenimiento de una oficina técnica en cada uno de ellos, la puesta en marcha de un servicio de gestión de compras y almacenes para abaratar costes, invertir la privatización y contratación de servicios externos y la supresión de servicios que no tengan cobertura financiera».