Luanco / Candás, B. F. / I. G.

El alcalde de Gozón, Ramón Artime (PP), aseguró ayer que abrirá un proceso de diálogo con el Ayuntamiento de Carreño para dar por finiquitada la crisis de la Mancomunidad Cabo Peñas tras el anuncio del regidor carreñense, Ángel Riego, de basar la gestión del órgano comarcal actual en un modelo «asimétrica». Artime aseguró que las palabras de Riego vienen a refrendar lo que Gozón defendía desde un principio, es decir, que cada concejo aporte a la mancomunidad dinero en función de los servicios que necesite.

«Queremos que el ente supramunicipal sea una oficina de servicios de ambos ayuntamientos donde cada uno pague por lo que necesite», destacó el regidor gozoniego, que recalcó además que desde un principio su grupo municipal desechó la idea de que la Mancomunidad Cabo Peñas se convirtiera en un consistorio paralelo al de Carreño y al de Gozón. «Mantendremos reuniones con Foro Asturias de Gozón y, después, con el Ayuntamiento de Carreño».

Ramón Artime, por otro lado, afirmó que aún es pronto para decidir qué elementos de la mancomunidad solicitará Gozón. «Tenemos elaborada una propuesta», manifestó Artime sin detallar más los pormenores de este plan que pondrá fin a la idea de disolver la Mancomunidad Cabo Peñas.

Todo surge a raíz de unas declaraciones realizadas el pasado fin de semana por el alcalde de Carreño, Ángel Riego, en una entrevista a LA NUEVA ESPAÑA, en la que por primera vez se deja entrever la posibilidad de que el órgano comarcal encuentre su salvación en una fórmula intermedia de gestión. Ni desaparecer, ni continuar como está. Una estructura «asimétrica», definió el alcalde carreñense, en la que el Ayuntamiento de Gozón elige que quiere pagar a medias, y Carreño se queda con todo lo demás. Esa idea, no obstante, cuenta con pocas simpatías en Carreño, cuya oposición ve inasumible tanto gasto en solitario.

«A Carreño le pueden interesar varios servicios de la mancomunidad, pero no todos», defiende el portavoz del PP en el concejo al sur del río Pielgo, José Ramón Fernández. El servicio jurídico, el servicio de medicina deportiva, la piscina de Antromero están entre ellos. Y en eso coincide con las pretensiones gozoniegas. No en vano son los servicios más valorados por ambos municipios.

«Para Carreño hay gastos innecesarios, o no tan necesarios, como los tres agentes de desarrollo local o el técnico agrícola», explica el edil popular, que no considera viable que Carreño asuma el cien por ciento de los servicios mancomunados, aún pudiendo obtener deducciones del 50 por ciento en algunos casos con el apoyo de Gozón.

«Al final, los vecinos de Gozón van a tener la mancomunidad que quieren, ajustada a sus posibilidades económicas, y en Carreño mientras tanto no va a haber opción de elegir, se tendrá que asumir un gasto mucho más amplio», aseguró Fernández.

En una línea similar se expresó el portavoz de UICA, Ramón Artime, para explicar que «el Ayuntamiento de Carreño no tiene capacidad para absorber los servicios en solitario». Es más, considera que «ni siquiera los actuales servicios al 50 por ciento están seguros, como para costearlos solos».

«La mancomunidad solo es viable si se descargan servicios de los ayuntamientos, si se comparten», defiende el concejal de los independientes de Carreño, quién advierte de que la situación económica en Carreño no es tan boyante como parece: «Si el Ayuntamiento de Gozón está mal, el de Carreño lo empieza a estar. Sería un salto al vacío».