El Gobierno de España «no tiene conocimiento de que se haya producido una exposición (al mercurio) de trabajadores en el mes de marzo de 2013 (dentro de Asturiana de Zinc). De hecho, no se tiene conocimiento de que se haya producido exposición de trabajadores al citado agente ni a ningún otro en el mes que se indica». El pasado día 6 el diputado de Izquierda Unida (IU) Gaspar Llamazares logró esta explicación inconcreta por parte del Ministerio de Empleo como respuesta a sus preguntas en relación a una información publicada por LA NUEVA ESPAÑA el día 10 de abril.

Según había podido saber este periódico, Azsa realizó a mediados de marzo una serie de análisis al ácido sulfúrico que produce de forma secundaria en sus instalaciones de San Juan de Nieva y detectó presencia de mercurio en rangos más altos de lo acostumbrado. El dato hizo saltar la alarma por dos razones: por el peligro de no venderlo y por la larga sombra que se cierne sobre las instalaciones de Azsa desde el pasado mes de diciembre, cuando medio centenar de trabajadores de la empresa Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) resultó envenenado al inhalar el metal durante una parada de mantenimiento en la fábrica castrillonense.

El Gobierno de la nación explicó al diputado Llamazares que «el deber general de la prevención corresponde al empresario». Y en la respuesta escrita, el Ministerio de Empleo señala la Ley 31/1995, que es la que rige la Prevención de Riesgos. El Instituto Asturiano de Prevención destacó que el accidente de San Juan de Nieva se produjo por la presencia «indubitada» de mercurio en el intercambiador de tostación.

El Ministerio reconoce en otra respuesta a una cuestión formulada por Llamazares que «se está a la espera de que el Instituto Asturiano evacue otra información para descartar o no la existencia de un segundo foco de emisión» de mercurio. La dirección general de Salud Pública, por boca de Valentín Rodríguez, este punto ya lo tiene descartado. El sindicato CC OO, sin embargo, todavía no. Y es que, recuerda, existen 80 personas afectadas por excesos de mercurio dentro de Azsa. «Puesto que no tienen baja laboral, no son reconocidos», se lamentó un portavoz sindical. La empresa lo que determina es «confinar» al trabajador con niveles superiores de mercurio, es decir, retirarlos del puesto.

«Lo que sucede es que lejos de solucionarse el problema, este sigue agravándose», señaló el mismo portavoz sindical. El accidente del mercurio se produjo a comienzos de diciembre pasado, hace ya medio año, y aún colea.

La dirección general de Salud Pública ofrece los primeros datos de la investigación del accidente.

Abril 2013

El Instituto de Prevención de Riesgos Laborales presenta el balance de su trabajo. Concluye que en las instalaciones de Azsa existían niveles de mercurio por encima de lo que establece la ley.