La fachada marítima de Luanco se mantiene casi intacta desde los comienzos del pasado siglo. Las fotografías de Eduardo Bosquet que retrataron las primeras décadas del siglo XX así lo atestiguan. Salvo el uso de algunos edificios, las casas que miran al mar Cantábrico permanecen inalterables al paso del tiempo.

La antigua Casa Consistorial, en la parte izquierda del "skyline" luanquín, es hoy el centro de mayores pero apenas ha cambiado su aspecto salvo por las reformas ejecutadas debido al paso del tiempo. Ahora hay PVC donde antes había madera. Pocos elementos han desaparecido salvo, por ejemplo, el paredón de Pilatos o mirador de doña Estela, en referencia a Estela Escandón, que desapareció. El mirador sigue existiendo pero no así el paredón. A su derecha, se halla la que fue sede de Falange tras la guerra civil española y el "infernillo", donde se derretía la brea para ser utilizada en las embarcaciones y había viviendas con corredores. A su lado, había astilleros donde hoy hay viviendas. Allí, el carpintero de ribera Francisco Vega construiyó decenas de embarcaciones pequeñas en los años cuarenta.

El malecón de la fachada marítima luanquina que comunica el mirador de Pilatos con el muelle ya estaba construido. En el siglo XIX, las casas de este tramo de la calle La Riba se elevaban directamente sobre el acantilado.

A principios del pasado siglo XX existía además una casilla de carabineros que se utilizó hasta la segunda década de la centuria y fue derribada en 1936, año el en que comenzó la Guerra Civil. La fisonomía del muelle de la capital luanquina permaneció inalterada hasta 1950 cuando se construyó un espigón de atraque y posteriormente en 1984, con una segunda ampliación. Aún así, a simple vista la apariencia del muelle viejo a día de hoy es similar a la de principios del siglo XX.

Las lanchas de la costa luanquina también cambiaron con el paso del tiempo. De aquellas boniteras de grandes dimensiones a las actuales del puerto gozoniego hay notables diferencias.

A principios del pasado siglo, Luanco contaba con una veintena de las viejas "lanchonas" en las que trabajaban la mayoría de los pescadores de la localidad durante las costeras del bonito y del besugo.

Uno de los principales cambios que se observan en la fachada marítima de Luanco entre principios del siglo XX y la actualidad es la existencia del cementerio junto a la iglesia parroquial de Santa María de Luanco. Ese camposanto fue construido en 1814 y estuvo en uso hasta 1890, año en el que fue clausurado con la consiguiente la inauguración del actual, ubicado en Santana. Pese a estar en desuso, los muros y la capilla del cementerio siguieron en pie hasta 1915.

En más de un siglo, los edificios de la fachada marítima luanquina cambiaron por dentro, pero no por fuera. Por eso la capital conserva su genuino aspecto.