La afección de la erosión marina en el yacimiento de Traslaiglesia, en Bañugues, no es nueva. Los vecinos llevan varios años reclamando la protección de este entorno, amenazado desde hace más de una centuria. Uno de los primeros escritos históricos que hace referencia a los daños en la terraza marítima de la parroquia se remontan a mediados del siglo XIX. El jurista y político del siglo XIX, Pascual Madoz Ibáñez, elaboró entre 1846 y 1850 el denominado "Diccionario geográfico estadístico Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar". En este documento ya hace mención a la importancia de las mareas vivas en la ensenada de Bañugues e incide en que las olas llegaban a golpear ya los muros de la antigua iglesia de San Nicolás, posteriormente trasladada a un lugar más seguro. Ese documento sirvió para que los vecinos, tras pedir permiso al Obispado, consiguieran reubicar el templo y trasladar piedra a piedra algunas de las estructuras de la iglesia, según la tradición oral.

Los últimos golpes de mar en los últimos meses han derivado en una pérdida patrimonial para el yacimiento de Traslaiglesia. Según apuntó hace días la asociación cultural "El Curbiru", la mar ha terminado por erosionar más de medio metro de este enclave y se ha llevado consigo sillares y restos de antigua tumba romana con esqueleto incluido. De ahí que esta entidad cultural nacida la pasada primavera para defender el yacimiento pida con más fuerza que nunca la protección de este entorno. El alcalde, Ramón Artime, pidió incorporar una partida a los presupuestos regionales, pero por el momento, nada más se sabe acerca de esa reclamación. En el borrador del presupuesto hay dos partidas genéricas vinculadas a los yacimientos del Principado. La primera hace mención a las entradas y visitas a cuevas y yacimientos y está dotada con 130.000 euros. La segunda partida, de 5.000 euros, se destina a trabajos de investigación en yacimientos arqueológicos y cuevas.

Durante la primavera pasada, los arqueólogos Nicolás Alonso, Valentín Álvarez y Jesús Ignacio Chaparro realizaron una investigación de varias semanas. Tras realizar un estudio con dos catas arqueológicas, encontraron restos óseos humanos que se corresponden con media docena de cuerpos. Además, hallaron tumbas que sufrieron alteraciones por el paso del tiempo y también porque los cuerpos encontrados se albergaban en la iglesia, que fue parcialmente desmontada en el siglo XIX para la construcción de otro templo. Una vez finalizados los primeros análisis en el yacimiento de Traslaiglesia, el equipo dirigido por Nicolás Alonso comprobó que este enclave arqueológico engloba varias épocas históricas que comienzan con la época romana hasta el medievo. Los trabajos realizados en plena terraza marítima permitieron determinar que en este lugar existió un asentamiento romano dados los hallazgos de restos de tégula y sigilata de aquella época, entre otros detalles. Tras varios siglos y el avance del cristianismo, los investigadores determinaron que se produjo un sincretismo; es decir, que los terrenos anteriormente ocupados por el asentamiento romano fueron habilitados para la construcción de un templo, la iglesia de San Nicolás, y la zona de enterramientos, que según textos históricos dejó de utilizarse en el siglo XIX.

Según los resultados de esta investigación arqueológica, el yacimiento de Traslaiglesia es quizá uno de los enclaves más importantes de la historia de la parroquia, de ahí que tanto el Ayuntamiento, como los vecinos y las asociaciones como "El Curbiru" hayan reclamado en repetidas ocasiones la protección de este entorno que, según el Alcalde, costaría tan sólo 31.000 euros.