Los niveles de dióxido de azufre en Salinas y San Juan se han disparado hasta veinte veces más de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. El Colectivo Ecologista de Avilés ha instado a la consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente a que explique a los ciudadanos las razones por las que varios días de la semana pasada aumentó de forma alarmante la contaminación de azufre en Salinas y San Juan de Nieva, según los datos de la estación de control de la contaminación de las Arobias (Avilés).

"Es habitual la presencia de este peligroso contaminante en las proximidades de Asturiana de Zinc (Azsa), en Castrillón, donde se detectan los peores valores de Asturias en los últimos años. Los efectos derivados de la exposición al dióxido de azufre varían según su concentración y duración", señaló el portavoz del Colectivo, Fructuoso Pontigo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar una media de 20 microgramos por metro cúbico de dióxido de azufre en 24 horas, aunque la legislación española es más tolerante y permite superar tres días al año los 125 microgramos por metro cúbico. En la estación de las Arobias se midieron el pasado viernes 253 microgramos por metro cúbico, y el día anterior, 173 microgramos por metro cúbico.

"Esos valores representan 24 veces más los recomendados por los científicos como 'valores razonables'. Esa contaminación la están padeciendo los vecinos de la comarca de Avilés con el silencio y la complicidad de las administraciones públicas que no conocemos si han tomado medidas para evitarla, a pesar de los compromisos adquiridos por el Principado en el vigente Plan de Calidad del Aire", dijo Pontigo. El dióxido de azufre en la atmósfera reacciona con la humedad y forma "aerosoles" de ácido sulfúrico y sulfuroso que conforman una lluvia ácida. "Los vecinos de Raíces, Salinas, San Juan de Nieva, La Maruca (Avilés) y Zeluán (Gozón), se quejan muchas veces de dificultad para respirar e irritación en la garganta y los ojos", indicó. Son frecuentes las quejas por malos olores.

El dióxido de azufre se ha asociado a problemas de asma y bronquitis crónica. También puede ocasionar a los humanos inflamación de las vías respiratorias, alteraciones psíquicas, queratitis y, en algunos casos, según los ecologistas, edema pulmonar.