Gozón rechaza Halloween. Es más, prefiere recuperar la tradición asturiana de la denominada Noche de las ánimas o de los difuntos, que recordar la tradición estadounidense importada desde tierras europeas y vinculada con la cultura de los países del Arco Atlántico.

"Queremos recuperar una tradición que forma parte de nuestro patrimonio cultural, y que ha sido suplantada por la celebración del Halloween como consecuencia de la globalización. Pretendemos además evitar la desaparición del cultivo de la calabaza autóctona amenazada por otras especies de menor tamaño que por estas fechas se adquieren en las grandes superficies comerciales", expresó el concejal de Cultura, Manuel Hernández, que ha elaborado las bases para el primer concurso de decoración de calabazas "Noche de difuntos" del Ayuntamiento de Gozón.

El edil de Cultura, Educación y Patrimonio hizo además un llamamiento a los centros educativos para animar a los pequeños a participar en esta iniciativa. También invitó a los hosteleros a preparar platos de desgustación de esta época del año como fritos, purés o potajes de calabaza con el fin de instituir "estos actos festivos que antaño contribuían a romper la monotonía de la vida del campesinado".

Los interesados en participar en este certamen deberán inscribirse el 31 de octubre. La asociación juvenil "Peñes" será la encargada de asesorar en la técnica de tallado de las calabazas en una carpa que se instalará en el parque Zapardel. Finalmente, las calabazas serán colocadas en distintos puntos del casco histórico de Luanco y la zona rural para ambientar la noche de difuntos.

El Ayuntamiento entregará un trofeo a los decoradores de calabazas por categorías: la mejor tallada, la más original cultivada en el concejo y la más grande también nacida en el municipio gozoniego.

La carpa en la que se instalará la asociación juvenil "Peñes" permanecerá tres días en el parque desde las seis a las ocho de la tarde desde el jueves 29 hasta el sábado 31. Durante esas jornadas, los miembros de este colectivo organizarán un amagüestu popular.

Con esta iniciativa, el Ayuntamiento pretende recuperar una fiesta olvidada en el municipio, que pretende simbolizar el fin de las cosechas. En el idioma gaélico, lengua autóctona de Irlanda, la fiesta se denomina "Samhain" que etimológicamente significa "el fin del verano". La celebración representaba el momento del año en el que los antiguos celtas almacenaban provisiones para el invierno y se sacrificaban animales, como puede ser el caso del cerdo. La fecha del 31 de octubre explica también la disminución de horas de sol durante las noches otoñales. Refleja además la bienvenida al año nuevo para los pueblos celtas.

En Gozón no quieren oír hablar del "truco o trato", que recuerda a los niños llamando a las puertas de las casas estadounidenses en busca de dulces. Antiguamente, la noche de los difuntos en Asturias consistía en dejar agua y comida en el entorno de las viviendas con el objetivo de las ánimas se acercaran a beber y descansar. Esas almas se trasladaban en procesión y acompañadas por la "Güestia", un ser mitológico relacionado con la muerte , la noche y la oscuridad. Otra tradición casi perdida en el Principado es la decoración de árboles durante esa noche, con especial atención al árbol sagrado del pueblo celta, el tejo. La tradición relata además que durante esa larga noche del 31 de octubre era común la narración de cuentos e historias que relatan las andanzas de curuxas, bruxas y seres mitológicos.