Facilitar estrategias educativas para fomentar una convivencia familiar satisfactoria es el objetivo del taller sobre parentalidad positiva que comienza mañana en el Centro Municipal de Servicios Sociales de Piedras Blancas. Está dirigido a padres, abuelos y responsables de niños y adolescentes y se desarrollará todos los jueves por la mañana hasta el 17 de diciembre.

Este programa, que alcanza la séptima edición y ha sido creado por Raquel Amaya Martínez González, profesora de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo, busca facilitar a los adultos con responsabilidades educativas familiares herramientas personales, emocionales y educativas que les permitan implicarse de un modo eficaz en la construcción de una dinámica de convivencia familiar positiva y en el desarrollo de modelos parentales adecuados para los jóvenes. El fin último del proyecto es que las familias puedan prevenir y afrontar de modo constructivo sus problemas y conflictos cotidianos.

"Es un programa con efectos muy positivos en la relación familiar, tal y como hemos comprobado en ediciones pasadas, y un descubrimiento para los padres ya que busca mejorar la convivencia familiar, que en la casa exista armonía, felicidad, empatía y escucha", señala Elena Venta Álvarez, asistente social y coordinadora del equipo de Servicios Sociales de Castrillón que imparte el taller.

Los contenidos del programa sobre parentalidad positiva se han organizado en seis apartados: características de los menores, habilidades cognitivas y de relajación emocional, autoestima y asertividad en la función parental, hábitos y habilidades de escucha y de expresión, negociación y resolución de problemas, y disciplina para autorregular el comportamiento de los hijos.

La metodología del programa se caracteriza por la participación activa de los asistentes, familias que comparten inquietudes y dificultades y que se ayudan entre ellos, comenta Elena Venta. Las dinámicas se organizan en grupos coordinados por uno o dos profesionales del ayuntamiento formados a su vez por la propia Raquel Amaya Martínez González.

Venta califica de muy positivos, tanto cuantitativa como cualitativamente, los resultados alcanzados en las once sesiones en las que concurren familias de un amplio abanico social, cultural y económico. "El programa te ayuda a ser consciente de los problemas. A lo largo de los días, las familias comparten experiencias, se ayudan y entre todos reflexionan sobre el comportamiento. Es un espacio de reflexión y de apoyo", manifiesta la trabajadora social que hace notar la diferencia entre el presente programa de parentalidad positiva y la escuela de padres. "Aquí no damos lecciones ni decimos cómo hacer las cosas. Los asistentes llegan a sus propias conclusiones", advierte Venta para manifestar su apuesta por este consolidado programa: "Creemos en él porque hemos comprobado que mejora el ámbito familiar".