Detención ilegal, torturas, lesiones y amenazas. Éstos son los delitos a los que se enfrentan cuatro agentes de la Policía Local de Avilés para los que el Ministerio Fiscal solicita penas de prisión que suman en total 22 años y medio. Pide también la inhabilitación absoluta durante veinte años a uno de los funcionarios y de diez para otros dos agentes. Los hechos que se les imputan ocurrieron en mayo de 2014, un año antes de que fueran suspendidos de empleo y sueldo.

Entonces, dos agentes se aproximaron a un corverano (C. M. S., que no se ha personado en la causa) que estaba en la parada de autobús de la calle de Llano Ponte. Ambos policías advirtieron a la presunta víctima de que tenía que acompañarles: estaba detenido, le explicaron, por quemar la cazadora y proponerle al hijo de otro agente ahora también imputado una felación a cambio de dinero. Una vez con C. M. S. en el vehículo policial y sin informarle de sus derechos constitucionales, siempre según el relato del fiscal, se dirigieron con el coche patrulla hasta una nave abandonada de Divina Pastora. Durante el trayecto, el policía conductor increpó, insultó y amenazó reiteradamente a C. M. S.

Una vez en Divina Pastora, llegó otro agente en moto, también imputado. Ambos sacaron del vehículo policial al corverano al que pusieron contra una pared, y uno de los policías le sacó varias fotos de frente y de perfil con su teléfono móvil. Los agentes le amenazaron de muerte. Todo ocurrió en aproximadamente diez minutos. El tercer agente acusado -copiloto en el vehículo patrulla- permaneció dentro del coche. "No participó en los insultos y amenazas ni en la toma de fotografías, pero tampoco hizo nada para detener el comportamiento de sus compañeros", siempre según el fiscal.

Tras este episodio, los agentes trasladaron a C. M. S. a la Jefatura de la Policía Local, donde apenas permanecieron dos minutos. Seguidamente, fueron a la Comisaría, donde dos de los agentes presentaron al corverano como detenido. Una vez en dependencias de la Policía Nacional, los ahora imputados introdujeron a C. M. S. en un cuarto durante aproximadamente una hora a la espera de prestar declaración. Durante este tiempo, entró en la habitación otro agente de la Policía Local, el cuarto acusado, que se presentó como el padre del chico al que le había quemado la cazadora y le había propuesto una felación por dinero. Este intentó supuestamente agredir a C. M. S., lo que impidieron otros agentes.

Balas y armas

Posteriormente, uno de los acusados sacó su arma, extrajo una bala del cargador y, tras preguntar al detenido su nombre de pila, le dijo: "Es para apuntar tu nombre en esta bala". El agente empuñó también su arma, según el Ministerio Fiscal, a la vez que le decía a C. M. S.: "Sé bueno, si no ya sabes". Otro agente de la Policía Local no identificado también entró en la sala y profirió igualmente insultos y amenazas al corverano. Transcurrida una hora, el detenido pasó a declarar: "De la que te has librado hoy. Anda con cuidado que nos tienes contentos a todos los agentes de la Policía Local de Avilés".

Todo lo anterior obedece, según el relato del Ministerio Fiscal, a que un hijo de uno de los funcionarios imputados, de 33 años en el momento de los hechos y con una minusvalía psíquica del 65 por ciento, había manifestado a sus padres problemas con C. M. S. en una parada de autobús. Les había dicho, en concreto, que el corverano le había quemado la cazadora con un cigarrillo y que le había dicho: "Te doy diez euros si me chupas la trompa". A consecuencia de estos hechos, el chaval sufrió una crisis de ansiedad.

Ante estos hechos, la Fiscalía considera que el principal acusado, el conductor del vehículo policial, es autor de delitos de detención ilegal, torturas, amenazas graves y una falta de lesiones. Para él, pide ocho años y seis meses de prisión y veinte de inhabilitación absoluta. El policía que viajaba como copiloto en el coche patrulla se enfrenta a su vez a seis años y seis meses de prisión y veinte de inhabilitación. Para el funcionario que se desplazó en moto hasta Divina Pastora, el fiscal pide cinco años y seis meses de cárcel y diez de inhabilitación y para el agente y padre del chaval que supuestamente sufrió proposiciones deshonestas, dos años de cárcel. El Ministerio Fiscal pide también que los agentes indemnicen con 10.040 euros a C. M. S..

El caso de estos cuatro agentes levantó polvareda en el Ayuntamiento de Avilés. El pasado 15 de mayo, el director de Recursos Humanos recomendó la apertura de cuatro expedientes contra los funcionarios de Policía Local implicados en la causa abierta en el juzgado número 5 de Avilés. Se dio la circunstancia de que los hechos eran conocidos por el Ayuntamiento desde, al menos, el 13 de junio del año anterior. El entonces comisario de la Policía Local, Eloy Benito Calzón, remitió a la Policía Judicial los GPS del coche y de la moto implicados en el hecho el día 9 de junio. La ley del Reglamento Disciplinario dice que debe abrir una información reservada en cuanto se tiene noticia de una posible infracción. La Junta de Personal (el órgano de representación de los trabajadores funcionarios del consistorio) rechazó por "extemporáneas" las sanciones a los policías.