No hay mesa de Navidad que se precie en la que falten productos de la mar. Pixín, rape, besugo, lubina, xargos, merluza y demás exquisiteces del Cantábrico cobran más protagonismo que en ninguna otra fecha del año según llegan estas fiestas y los pescadores se frotan las manos porque saben que el incremento de la demanda se traduce en mejores precios para sus capturas. Así viene siendo desde muy antiguo; pero los problemas que acucian a la flota asturiana son tantos y de tal calado que este año hay más dudas que seguridades sobre el éxito de la ya cercana campaña.
Los xargos brillan por su ausencia de las aguas asturianas, el besugo está prohibido pescarlo (si bien está previsto abrir el caladero en diciembre), cada vez son más los barcos que capturan merluza con cupos alquilados por agotamiento de los propios y hasta el pixín (rape) amenaza con borrarse de los menús porque la cuota máxima asignada a la flota del Cantábrico está casi agotada. El panorama es tan desalentador que algún que otro armador, en especial los de embarcaciones de cerco, anuncia su intención de amarrar a mediados de este mes y esperar a que llegue enero -y con el Año Nuevo la asignación de los cupos de 2016- para volver a salir a faenar.
Con este estado de cosas, los pescadores a los que todavía les quedan cupos de captura (sobremanera los que faenan al arrastre, que disponen de cuotas individualizadas) tienen la intención de estirarlos como chicle para conseguir llegar a mediados de diciembre con posibilidades de capturas en el bolsillo. Eso les obliga a levantar el pie del acelerador estos días y, por ejemplo, a realizar jornadas de trabajo mucho más cortas de lo que sería habitual. En Cudillero, un puerto que bulle cuando llega la Navidad, garantizan que no faltará pescado; aunque eso sí, dicen con sorna que "igual llega todo por vía aérea", en referencia al Aeropuerto de Vitoria, el principal punto de entrada de pescado importado a España.
Negociación de cupos
Precisamente ayer, la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, declaró su voluntad de acudir el mes que viene a la negociación de los cupos pesqueros comunitarios para 2016 con la idea de "obtener las máximas posibilidades de pesca para nuestros pescadores sin renunciar al objetivo de la sostenibilidad, porque eso es defender el pan de mañana del sector".
