Más de 300 personas corrieron ayer por los "invisibles", por aquellos que se han quedado sin nada y que han encontrado en la solidaridad un punto en el que apoyarse. Cáritas organizó ayer en el entorno de la iglesia de San Juan de Ávila, en el Quirinal, la IV Carrera Sin Techo para recaudar fondos para la casa de acogida "Luz Rodríguez Casanova", en Valliniello. A la convocatoria respondieron personas de todas las edades y condición. Así, recorrieron los 2,5 kilómetros previsto, tanto corriendo como caminando, familias con niños, adolescentes y adultos. Todos lucían camisetas rojas con el lema "Nadie sin hogar". La previsión es recaudar unos 1.500 euros.

"Esto es como una carrera: la sociedad pone un ritmo y hay gente que se queda atrás. Los demás no deberían pensar tanto en los que están en cabeza sino en los que les cuesta seguir el paso. La sociedad debería ser más sensible, inclusiva con los que van a otros ritmos", aseguró Ramón Méndez, responsable de los programas de las personas sin hogar de Cáritas Arciprestal. Méndez explicó que es muy difícil cuantificar el número de sin techo en Asturias, aunque la ONG católica atiende a unas 2.000. "Pero junto a estas personas hay otro grupo importante que se encuentra en grave riesgo social", comentó. El responsable de Cáritas alertó que, en Avilés, en el primer trimestre la organización atendió a 50 personas que no habían accedido antes a servicios como el albergue.

Ramón Méndez afirmó que ahora es más complicado salir de esas situaciones por la crisis y la falta de empleo y por eso aboga por abrir nuevas vías de incorporación de esas personas la sociedad, como actividades de voluntariado o en trabajos de sensibilización en colegios. "Cuando ven que hay gente que confía en ello, su motivación para salir adelante sube", recalcó.