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Los planes para el legado histórico local

Eulalia Baena: "Restaurar piezas rurales conlleva un problema de documentación"

Eulalia Baena. RICARDO SOLÍS

Documentar piezas procedentes de las parroquias rurales con el objetivo de una intervención posterior de restauración o conservación tiene un problema añadido: el de la escasez de fuentes. Así lo explicó ayer la restauradora Eulalia Baena, licenciada en Historia del Arte, que se encontró con esa dificultad para conseguir datos del retablo de San Antonio, correspondiente a la iglesia de San Julián de Arcallana (concejo de Valdés). "La conclusión de este trabajo es la carencia documental que existe en muchas parroquias, y la importancia de hacer una nueva catalogación o inventario de sus obras de arte. El mundo rural está lleno de hermosas obras", indicó.

En su caso tuvo que remitirse a la tradición oral, que le dio alguna pista de los avatares del retablo, "repintado con purpurina tras un incendio", y a los escasos datos que constan en el libro de fábrica, en el Archivo Diocesano de Oviedo, donde no figura ni el autor de la obra ni tampoco el precio convenido. Un poco más de luz aporta el informe de retablos de Asturias que publicó Germán Ramallo Asensio en 1985, que dedica unas líneas a Arcallana y data en la segunda mitad del XVIII el retablo.

Así pues, documentar este tipo de piezas es una labor que requiere ir juntando las escasas pistas que dejan los testimonios orales y escritos. Baena reivindicó, por último, la labor de los restauradores, ya que muchas veces intervienen en este tipo de piezas manos poco profesionales.

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