La jubilación a los 31 años de servicio condenó en 2013 al portaaviones "Príncipe de Asturias", que fue orgullo de la Armada Española, a un futuro incierto que por fin ha quedado despejado con la venta de la nave a la unión temporal de empresas Surus-Leyal por 2,73 millones de euros, su valor como chatarra. La última travesía que constará en el cuaderno de bitácora del buque será su remolque desde Ferrol, donde aguarda noticias de su destino, y la costa turca del mar Egeo, donde será pasto del soplete.

De todas las propuestas postreras para evitar el desguace del barco ninguna ha prosperado por la falta de un plan económico viable. La última tentativa la protagoniza el concejal de Foro Castrillón Víctor Fernández, quien lanzó esta semana la idea de traer el portaaviones a la ría de Avilés, dejarlo atracado en la dársena de San Agustín -al lado del Niemeyer- o cerca del puerto deportivo y adaptarlo como museo a semejanza de lo que hicieron Nueva York o Londres con los navíos militares "Intrepid" y "Belfast".

Fuentes portuarias de Avilés consultadas por LA NUEVA ESPAÑA descartan de plano la idea de Foro por "inconsistente" y apuntan al menos dos escollos insalvables: la ocupación de al menos 200 metros de cantil de muelle, algo de lo que el puerto de Avilés no anda sobrado, y el coste de mantenimiento del hipotético museo a abrir en el "Príncipe de Asturias". Según los cálculos hechos en 2014, cuando los senadores Manuel Altava Lavall (PP) y Emilio Álvarez Villazán (PSOE) encabezaron un manifiesto en defensa de la transformación del portaaviones en un museo flotante, el coste de la adaptación a uso museístico sería de diez millones de euros y el mantenimiento anual saldría por unos tres.

El plan de Foro, según lo expuso su concejal en Castrillón, involucra a la mancomunidad de turismo de la comarca, a los ayuntamientos, al Puerto de Avilés y a las empresas del metal, en especial Arcelor, "un grupo que, unido, podría hacer realidad un proyecto de indudable tirón turístico".

Mucho más modesta que la idea de Foro, pero igualmente en barbecho, es la propuesta de la asociación Lepanto de veteranos de la Armada, un colectivo que solicitó la donación de un ancla del "Príncipe de Asturias" para su colocación en el Museo de La Peñona de Salinas dedicado a esos objetos navales. La noticia del próximo traslado del buque a Turquía para su desguace siembra ahora el pesimismo sobre la consecución de este objetivo.

Los años finales del "Príncipe de Asturias" han sido bastante más borrascosos que su brillante etapa al servicio de la Armada. La crisis y el desplome del precio de la chatarra hicieron fracasar el intento de Defensa de vender el buque en 4,8 millones de euros; la falta de concreción frenó los proyectos para modernizar la nave y venderla a otro país -se especuló con Filipinas y Angola- y hasta la propuesta de una productora estadounidense para rodar una película a bordo -interpretada por Geena Davis- quedó en nada al conocerse el guión del filme. Ahora, el "Príncipe de Asturias" afronta su última misión: llegar indemne a Turquía.