"El público que se acerque el viernes al estreno lo que verá será un combate: entre un hombre y una mujer, un profesor y una alumna. Verá también cómo se ejerce el poder en las instituciones universitarias y qué oculta cada uno y por qué no lo quiere descubrir". El que habla es Luis Luque, el director de "Oleanna", el drama de David Mamet, cuyo estreno nacional acoge el teatro Palacio Valdés mañana viernes (20.15 horas), en la que será la última función antes de que empiecen a entrar hierros de andamios y obreros para la reforma del odeón avilesino.

Luque se calificó "como muy fan" de David Mamet. Y lo explicó diciendo que le entusiasma todo el teatro que le pone nervioso y le incomoda. "Y 'Oleanna' me pone nervioso y me incomoda", recalcó el director, que hace pocas semanas presentó en Madrid "La cantante calva", un espectáculo que está en las antípodas de este drama a dos que se pregunta, según indicó, "¿hasta dónde seríamos capaces de ir para alcanzar la cima?".

Así es como comienza la función: Carol entra en el despacho de John para pedir que le suba la nota. "Eso es importantísimo para ella. Viene de una clase social más baja que el profesor y no se puede permitir el lujo de tener una mala nota", aseguró Natalia Sánchez, que es la mitad del reparto. "Carol es un personaje, pero también somos todas las mujeres. Y también todos los hombres. Ella tiene una bomba y quiere hacer justicia", añadió la actriz, que se hizo popular en una teleserie como "Los Serrano". Explicó que la composición de los personajes se realizó "desde la profundidad honestidad y desde muy dentro de nosotros mismos". En este punto, abundó Fernando Guillén-Cuervo. "Este texto te pide que trabajes desde la honestidad: no podemos prejuzgar a los personajes... Todos hemos sentido el miedo a perder o a quedarnos atrapados en la telaraña", recalcó el actor (que también coproduce).

La compañía Pentación es la que está al frente del espectáculo. Luis Luque es un hombre de teatro de largo recorrido. Casi siempre había trabajado en el Palacio Valdés como ayudante de dirección (de Miguel Narros o Natalia Menéndez, por ejemplo). "Ahora me toca a mí exponerme personalmente", dijo en el inicio de la presentación del montaje que echa a andar en Avilés el viernes y que se instalará en el teatro Bellas Artes para hacer temporada en Madrid. "Era Pentación y era también Mamet, Fernando Guillén-Cuervo y Natalia Sánchez. Me dicen mis amigos que mi talento está en saberme rodear por talento. Y aquí hay mucho", dijo. Mencionó en primer lugar al iluminador Juan Gómez Cornejo, premio Nacional de Teatro, una institución en la escena y uno de los profesionales que más veces ha estrenado en Avilés. Destacó también a Mariano Marín, el compositor de la banda sonora. "No me veo trayendo otra música que no sea la suya", subrayó.

Así pues, "Oleanna" vuelve a salir a la carretera, una obra clásica -a pesar de que apenas supera los treinta años de historia-, una historia sobre la toma del poder, sobre su pérdida, sobre el turbio machista que, como dijo Guillén -Cuervo, ni siquiera sabe que lo es "porque lo tiene normalizado". Un combate "donde no se sabe quién es el bueno o el malo", en palabras del protagonista.