La adolescente avilesina que asegura haber sido violada en su domicilio por el novio de su madre tenía conocimiento de cómo actuar tras sufrir una agresión sexual y puso en práctica de forma adecuada los consejos que se dan para estos casos.

Por ejemplo, evitó ducharse para así no destruir posibles pruebas fisiológicas que ayuden a los investigadores a identificar al violador. Así mismo, cuando tomó la decisión de acudir al hospital San Agustín para ser examinada por personal médico se hizo acompañar por una amiga de su confianza, otra de las pautas que conviene seguir tras sufrir una violación: buscar el apoyo de otra persona para no pasar el mal trago en solitario.

La adolescente, al parecer, adquirió esos conocimientos en los talleres, charlas y actividades sobre libertad sexual que se organizan en Avilés a iniciativa del Consejo de la Mujer y la concejalía de Igualdad y que tienen como finalidad orientar a los jóvenes tanto en materia de igualdad como en la lucha contra la violencia sexual. Una de las mujeres que forma parte del Consejo manifestó ayer a este diario que pese a la condena que merece todo acto de violencia sexual, es "gratificante" comprobar que el esfuerzo divulgativo "merece la pena".