Los 34 de Montrasa, que se concentraron ayer frente a la sede nacional de la empresa que les despidió -ubicada en el edificio de Iberia Mar, en Madrid-, respiraron ayer aliviados tras haberse cumplido el plazo para que la empresa recurriese la sentencia que la obliga a readmitir al grupo de afectados y a pagar, a cada uno, una indemnización de 6.000 euros. "Ahora, nuestros despidos son oficialmente nulos y la pelota está en nuestro tejado. Estamos valorando recurrir y tratar de exigir una condena solidaria", explicó Ricardo Martínez, portavoz del grupo.

La sentencia citada fue emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) el pasado diciembre. "Nos garantizaban la readmisión y 6.000 euros por cabeza. El plazo para recurrir ha terminado así que, si nosotros no recurrimos, la sentencia será firme", apuntó Martínez. El grupo, no obstante, no ha descartado todavía esta posibilidad, para la que disponen de 20 días hábiles desde ayer: "Montrasa Maessa fue fundada por Maessa, de ACS, y por la empresa patrimonial Montrasa, así que estamos valorando pedir una condena solidaria. Esto significa que nuestras indemnizaciones ya no tendrían que correr a cargo de Montrasa Maessa, que no podría pagarlo, sino a Maessa, por su lado, y a Montrasa, por el suyo. Lo que no sabemos es si no sale rentable esperar otro año y arriesgarnos a que el grupo entero cierre y eche a la calle a sus 120 trabajadores".