Pablo PALOMO

Los vecinos de Villalegre necesitan los dedos de las dos manos para contar los robos en negocios del barrio en los últimos meses. Es el caso por ejemplo de Emilia Santos, propietaria de una peluquería, a quien el seguro le "aconsejó" cambiar de compañía después de que intentaran entrar en su negocio dos veces y lo consiguieran a la tercera. "El seguro ni se lo creía. Lo peor fue que la Policía no pudo hacer mucho por detener a los culpables. Se las saben todas. Te ves impotente", relata.

Ante esta situación, desde la Asociación de vecinos El Marapico de Villalegre reclaman más patrullas por las noches, como medida disuasoria para los cacos. "Los bares y los comercios de aquí no ganan para robos", se lamenta Laura Cortés, expresidenta de la entidad. "Pedimos más efectivos de la Policía Local porque la sensación es de impunidad para los ladrones", aseguró. Los robos en Villalegre son de baja intensidad. A Emilia Santos, la dueña de la peluquería, le llevaron la caja registradora, donde apenas había dinero, y el bote de las propinas, con 180 euros. "Lo peor es el destrozo que hacen en el local", se queja.

Cerca de esa peluquería, está la tienda de belleza para mascotas, propiedad de Laura de la Paz. Abrió el 22 de diciembre de 2016. Al día siguiente, la robaron. "Tuve que poner verjas porque te quedas con miedo. Cierras y estás pensando que te puede volver a pasar", comentó. Su solución fue poner verjas para proteger el escaparate. "Tuvimos que protegernos", indica porque "la Policía me dijo que en mi caso eran dos vecinos de La Luz, pero se dé buena mano que no les pasó absolutamente nada", critica. Otro de los hurtos en Villalegre se produjo en el bar Señera. Fue la noche de Reyes de este año. Al parecer, un hombre armado con un martillo rompió el escaparate para asaltar la máquina tragaperras. No lo consiguió y por eso arrampló con el local. Se llevó también la máquina registradora, todo para cosechar un botín que improbablemente le solucionará sus problemas: había 30 euros para cambio al día siguiente.

Uno de los últimos robos que acabó con el ladrón pillado del que se tiene constancia en el barrio fue el 14 de enero. En ese caso, la policía atrapó con las manos en la masa al delincuente.