Don Ángel de la Fuente Martínez escribía recientemente en esta misma sección una carta en la que, bajo el título «Los accesos a la cueva de la Lluera», atacaba directamente nuestra propuesta para construir unos accesos más asequibles a este patrimonio de nuestro municipio. Señor De la Fuente, sentimos haberle ofendido con nuestra propuesta de organizar un nuevo acceso a la cueva de la Lluera, más cómodo y adecuado a todo tipo de gente.

Señor De la Fuente es evidente que usted no ha bajado a las cuevas, a tenor de lo que dice en su carta.

Usted dice que la distancia a recorrer es de un kilómetro, pues bien, desde el único sitio donde se puede dejar un coche, que es en la plazoleta de la iglesia de Priorio o en el aparcamiento que la empresa del balneario está construyendo al lado del cementerio, hay dos kilómetros.

Se lo decimos porque lo hemos medido. Si bien los primeros 1.600 metros transcurren por camino medianamente cómodo, subiendo por el pueblo de Priorio y después por un camino de carro, como usted dice, y que trascurre por la ladera del monte. Lo que no dice usted es que los últimos 400 metros son por una senda de poco más de un metro de ancha con el suelo de gravilla suelta y con una pendiente de alrededor del 25 por ciento. En definitiva, señor De la Fuente, un auténtico despeñadero, porque si bajar encierra un gran riesgo por el peligro de resbalar y marchar rondando, la subida requiere un esfuerzo muy importante. Por eso le decimos que usted no ha bajado a la cueva. Lo que le estamos diciendo no nos lo hemos inventado, está a la vista para cualquiera que lo quiera comprobar.

Señor De la Fuente, mientras estuvo abierta la cueva, el pueblo de Priorio se colapsó de coches y de gente, es un pueblo de calles muy estrechas que tienen la capacidad que tienen. Esto resta enormemente las posibilidades turísticas de este importantísimo yacimiento arqueológico que tiene el municipio de Oviedo.

En cuanto al acceso que proponemos los alcaldes pedáneos de Las Caldas y Caces y que el Ayuntamiento apoya, no alcanzamos a entender por qué se escandaliza usted por proponer la construcción de un puente o una pasarela, cuando si se quiere pasar de una orilla a otra de un río este es el método más habitual, o como lo hacían los descubridores de la cueva que cruzaban con una lancha, pero usando este camino. Que la pasarela o el puente tendrán que romper lo menos posibles las condiciones del entorno es evidente, para eso están los técnicos.

Señor De la Fuente, el camino que se propone es a nuestro entender el más cómodo y el más apropiado, es un camino de más de cuatro metros de ancho, prácticamente llano, de unos 200 metros de largo y que parte de una plaza en Caces a la que pueden llegar todo tipo de vehículos.

Entendemos que cualquier otra solución tiene una clara intención de mermar las posibilidades turísticas de Oviedo en beneficio, suponemos, de otros municipios.

Eleuterio Díaz González,

alcalde de barrio de Caces, y

Arturo Soler Álvarez, alcalde de barrio de Las Caldas

Oviedo