Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Los vecinos de la zona alta del valle de Turón se han acostumbrado durante los últimos fines de semana a despertarse de madrugada con el rugir de los motores de coches de alta cilindrada. Residentes de los pueblos próximos al alto de La Colladiella aseguraron ayer que la organización de presuntas carreras ilegales se ha convertido en algo habitual durante los últimos años coincidiendo con las fechas previas a la celebración del Rally Príncipe de Asturias, previsto para este próximo fin de semana.

Habituados a las carreras noctunas, lo que este año ha llamado más la atención a los vecinos de la zona es el «espectacular» despliegue de vigilancia que está desarrollando la Guardia Civil. «En ediciones anteriores pasaban por aquí de vez en cuando e interceptaban a algunos coches, pero este año hay agentes por todos los lados y a todas horas», coincidieron en señalar varios de los turoneses consultados ayer por este diario. De hecho, en la madrugada del pasado sábado, la Guardia Civil identificó a un total de 46 conductores en una operación contra los rallies ilegales en La Colladiella. El instituto armado movilizó a más de una veintena de agentes. Según explicaron a este diario fuentes del servicio, las patrullas se encontraron con un escenario propio de un rally, con decenas de vehículos de gran cilindrada e incluso público en las cunetas

Los vecinos de los pueblos situados en el alto de La Colladiella están asistiendo a lo que podría definirse como el juego del gato y el ratón entre los conductores que participan en presuntas carreras ilegales y la Guardia Civil. El jubilado José Martínez afirma que la presencia de los agentes es necesaria: «En este carretera se corre bastante todo el año, pero durante estas fechas se organizan auténticas carreras cronometradas con decenas de participantes». Nadie oculta que durante las madrugadas de los fines de semana en La Colladiella muchos aficionados pisan el acelerados «más de la cuenta», pero hay quien considera que no se debe sobredimensionar el problema: «Es cierto que los últimos fines de semana se nota mucho la presencia de coches preparados, pero es más el ruido que meten que la velocidad que cogen en realidad», señala Santi Fernández. Su hermano, Jorge, refrenda esta teoría: «Hay que tener en cuenta que en las zonas rurales suele haber una gran afición a los rallies y nunca ha pasado nada grave». Esta familia reside justo al lado de la carretera.

No obstante, los habitantes de los pueblos del puerto de La Colladiella, que une Turón con Ciaño y Sotrondio, reconocen que en los últimos años nunca se había producido una concentración de coches tan importante como la de la madrugada del pasado sábado.