Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

Mieres tiene todo su suelo industrial ocupado desde hace más de año y medio y los proyectos para generar nuevas áreas en Reicastro, Tres Amigos, Llamas y Figaredo, todos ellos terrenos de Hunosa, no acaban de concretarse. Desde que el Ayuntamiento autorizó la implantación de Asturmatic en el polígono de Loredo, acuerdo que se alcanzó a mediados de 2008, las empresas interesadas en instalarse en el concejo no han podido beneficiarse de ninguna promoción pública de suelo. Durante los últimos meses, las altas empresariales han estado ligadas al cambio de titularidad de instalaciones existentes, ya que la crisis económica ha dejado desocupadas algunas de las naves levantadas debido a un forzoso cese de actividad.

Pese a que el acuerdo con Asturmatic se cerró hace ya más de año y medio, las obras de construcción de la factoría están actualmente en ejecución. La sociedad invertirá tres millones de euros en un proyecto empresarial ligado a la construcción de equipos para el aprovechamiento de la energía solar. La anterior oferta de suelo también se localizó en Loredo, un pequeño polígono que hoy ya está lleno. El grupo navarro Triman inauguró sus instalaciones en este enclave en octubre de 2008.

En lo que se refiere al desarrollo de polígonos industriales, la última actuación abordada por Mieres, excluyendo Loredo, fue el parque empresarial de Baíña. Esta superficie se inauguró en el año 2000 con doce empresas: Thyssen Hneschel (30 empleos), Construcciones Icma (87), Ingeniería Electrónica (50), Exma (11), Excavaciones Otero-Llaneza (3), Sertiber (10), Sergubus (10), Congelados Mieres, People Beach, Confecciones Moncada Melgar y Carbones Moro. Inicialmente se cubrió el 65 por ciento de la superficie. Actualmente este parque empresarial está a plena actividad.

El alcalde de Mieres, Luis María García, ha dicho repetidamente que el concejo despierta un gran interés a nivel empresarial. No obstante, las dificultades que están surgiendo para generar suelo industrial están frenando las aspiraciones municipales. El caramelo que para muchas firmas suponen los fondos mineros no llega a paladearse por la imposibilidad de ejecutar proyectos. Un claro ejemplo es Reicastro. En 2002, el por entonces presidente de Hunosa, Luis Tejuca, apuntó que esta explotación se «convertirá en el mejor polígono de la comarca», asegurando que la urbanización se acometería con celeridad. Ocho años después, el acuerdo pendiente con los enlaces mantiene la actuación en compás de espera y empresas que anunciaron su ubicación en la zona, como Cerramientos y Fachadas Llanera.

Hasta que finalmente el polígono de Reicastro se convierta en una realidad, Mieres no estará en condiciones de ofertar nuevo suelo industrial. De momento, el principado ya parece haber encontrado una solución para los polémicos enlaces, pero el proyecto apenas ofrece avances significativos. Independientemente de la celeridad que tenga a partir de ahora la actuación, será difícil que esta vieja escombrera tenga actividad empresarial antes de dos o tres años. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Mieres tramita los proyectos de Hunosa para crear áreas industriales en los pozos Tres Amigos y Llamas y está pendiente la creación de un parque tecnológico en las instalaciones mineras de Figaredo.