Alcalde de Mieres

Mieres del Camino,

Andrés VELASCO

Dos meses después de llegar a la Alcaldía del Ayuntamiento de Mieres, Aníbal Vázquez (Mieres, 1954), debe afrontar la delicada situación de las arcas municipales. Tras la presentación de los resultados de la auditoría interna del Consistorio, que revelaron una deuda de 29,4 millones de euros, el regidor analiza las medidas a tomar, y advierte de que los primeros resultados tardarán en verse. En cualquier caso, asume la situación y pide a los vecinos apoyo y confianza para salvarla.

-Tras analizar los resultados de la auditoría interna, ¿qué valoración hace de la situación económica del Ayuntamiento?

-La situación es difícil, pero tengo el convencimiento de que con la ilusión del equipo de Gobierno, y también contando con la colaboración y la ayuda de los agentes sociales, del comité de empresa y de los ciudadanos de Mieres vamos a sacar esto adelante. No me cabe ninguna duda. Tener estas cifras es un problema, pero lo que haya que hacer para mejorar la situación lo vamos a hacer. Estamos atravesando una situación compleja, difícil, pero tampoco hay que ser catastrofistas.

-La deuda a proveedores y bancos es de más de 29 millones de euros, y el presupuesto de Mieres, prorrogado desde 2009, es de 38 millones de euros. ¿Tienen un margen muy pequeño?

-Si, es cierto, el margen es pequeño, pero precisamente por eso nos tenemos que poner manos a la obra y trabajar por cambiar esa dinámica. La fórmula para salir de esta situación no tiene muchos secretos, reducir el gasto y aumentar ingresos. Como ejemplo, lo que nos pasa es como cuando en una casa uno de los dos miembros de la familia ha dejado de trabajar. Entonces hay que empezar a ajustar los gastos y tratar de buscar ingresos.

-¿Tiene ya alguna medida en mente para poner en marcha?

-Hay que mirar el Ayuntamiento de una forma global. Tenemos que analizarlo todo, desde como tenemos todos los servicios que damos, los convenios que hay firmados, como se está aprovechando el personal municipal, etcétera. Tenemos que tener una imagen de todo lo que engloba el Ayuntamiento para luego poder ir actuando por departamentos. No podemos mirar solo pequeñas cosas, sino que primero hay que hacer una revisión global de la casa. Esto no deja de ser una empresa, y lo que hay que tener es sentido común e ir ajustando sumamente todo.

-En la práctica, ¿va a afectar la situación y el plan de ajuste de alguna manera directa a los ciudadanos?

-De momento no. Este es un Ayuntamiento grande, y los planes y las medidas que tengamos que tomar tenemos que hacerlo con tranquilidad, pero en cualquier caso no van a revertir en ningún momento en los servicios a los vecinos ni en la calidad de los mismos. Tendremos que hacer recortes donde se pueda, pero siempre sin perjuicio de los servicios que se dan a los mierenses.

-¿Y cuando espera que hagan efecto las medidas de ajuste?

-Empezaremos ya a tomar las medidas que veamos oportunas, pero tenemos que asumir que los resultados no van a ser a corto plazo. Las decisiones que tomemos, por desgracia, no las vamos a sentir hasta el año que viene. Ahora, desafortunadamente, no vamos a ser capaces de frenar en seco la inercia que tiene el Ayuntamiento. Esto es como un petrolero, en el que si apagas los motores, el barco no frena de inmediato porque lleva una inercia muy fuerte. Con la situación económica del Ayuntamiento pasa un poco lo mismo. Por ello, tenemos que tener el plan de saneamiento vigente unos tres años, pero insisto en que los primeros resultados se van a ver a comienzos del año que viene.

-¿Baraja el equipo de gobierno una subida de impuestos?

-Los ciudadanos son conscientes de que la situación no es buena, y nosotros sabemos que el tema de los impuestos no es algo que le guste a nadie. Ahora bien, nosotros lo que tenemos que demostrar es que hay un ajuste por parte del Ayuntamiento, que nos estamos abrochando el cinturón, y que los recortes y las reorganizaciones empiezan por nosotros mismos. Sería inconcebible presentar ahora a los ciudadanos una subida de tasas e impuestos sin haber echo antes un plan de ajuste en la casa, y que esto siga como está. Es evidente que habrá que tocar los impuestos, pero primeramente y lo esencial es demostrar que nosotros estamos racionalizando los recursos y estamos haciendo un plan de ajuste interno. Somos conscientes que llevamos dos años sin tocar los impuestos, pero primero hay que hacer otro ejercicio, insisto, que es empezar por nosotros mismos.

-¿Cómo ha podido llegar el Ayuntamiento a esta situación?

-Este ha sido un Ayuntamiento que gastó más de lo que ingresó, y por eso estamos ahora como estamos. A modo de ejemplo, lo que nos pasa es que fuimos una familia que vivimos por encima de nuestras posibilidades y ahora pagamos las consecuencias. Llega un momento en el que tienes muchas deudas, ya no te fían y tienes que trabajar para corregir los desajustes que se crearon.

-Usted se ha mostrado crítico con la Federación Asturiana de Concejos y la Federación Española de Municipios. ¿Es necesario impulsar una nueva ley de financiación local para evitar situaciones como la de Mieres?.

-Me está preocupando mucho la actitud de ambas entidades, porque no conozco si están haciendo algo para resolver la falta de recursos de los Ayuntamientos y la caída de ingresos derivados del Estado hacia los concejos. Cada vez nos ceden más servicios y nos dan menos recursos. En esta situación solo se les ocurre hablar de los préstamos del ICO, que hay que devolver en tres años. Que alguien me diga que concejo tiene maniobra para acceder a un préstamo que haya que devolver en tres años. La clave es articular ya una nueva ley de financiación local.