Pola de Lena,

C. M. BASTEIRO

Los restos romanos hallados en el pico Llagüezos, en el enclave de La Carisa, se custodiarán y se expondrán en el Museo Arqueológico de Asturias. Además, también se guardarán en la sala de exposiciones los restos de metralla y balas que se encontraron en el monte y que datan de la Guerra Civil.

La arqueóloga responsable de la última investigación en La Carisa, Esperanza Martín, explicó ayer que los restos «posiblemente se entreguen al museo cuando los trabajos se den por terminados». Las nuevas excavaciones en el enclave arrancarán en primavera.

Los principales hallazgos durante la primera fase de la investigación, que consistió en detección de metales y geolocalización, fueron una moneda datada en el año 90 antes de Cristo y material militar romano como puntas de lanza y clavijas de tiendas de campaña. También se descubrieron elementos de catapulta.

Por su ubicación y el número de hallazgos, los arqueólogos pudieron confirmar la presencia en esta zona de la Cordillera Cantábrica del primer campamento romano que se asentó en territorio asturiano. De hecho, el pico Llagüezos está dividido entre los municipios de Villamanín y Lena. A expensas de más pruebas, que se confirmarán con las excavaciones de primavera, el enclave pudo ser el escenario para el avance de las legiones romanas hacia la región.

Antes de llegar a los hallazgos romanos, los arqueólogos dataron restos de la Guerra Civil que «no entorpecieron el trabajo, al tratarse de un descubrimiento también importante, pero si que ralentizaron la investigación», según afirmó Martín. Ahora, estos hallazgos «se custodiarán en el Museo Arqueológico, y puede que se expongan para completar alguna vitrina sobre este período histórico».

La moneda hallada en La Carisa, se expondrá «con total seguridad», según la experta. Se trata de un denario de plata emitido en el año 89 o 0 antes de Cristo y que está ligado a la «amonetación masiva del erario romano» controlado por Lucio Piso Frugi, con motivo de la guerra civil que enfrentó a Sila y Mario. La experta señaló que la moneda tiene en su anverso y su reverso una representación del Dios Apolo y una jinete en Carrera.

Esta ilustración «conmemora la institución por un antepasado familiar en el año 211 antes de Cristo de unos juegos apolinares en los que había carreras de carros y de caballos», destacó Martín. La moneda es «la más antigua que se ha hallado hasta el momento en Asturias dentro de un contexto determinado». El enclave en el pico Llagüezos se encontró casi por casualidad y fue localizado por una avioneta del instituto Ausonius que elaboraba un mapa sobre Hispania.