Los vecinos de El Pedroso ya ven de nuevo el río. Tras más de dos años reclamando una actuación en el cauce, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha dado respuesta a esta exigencia, limpiando la zona y reforzando la escollera, que se encontraba muy dañada. Las obras abordadas durante el pasado mes de diciembre ya han concluido. La asociación de vecinos a trasladado su agradecimiento a Hidrográfica, aunque remarcan que a medio plazo será necesario sustituir la parte de la escollera más dañada, ya que sostienen que las mejoras realizadas no resistirán "ante una gran crecida".

La canalización del río Cuna a su paso por El Pedroso fue la última actuación de calado que se acometió dentro del proyecto de mejora del saneamiento abordado en este valle mierense. Toda la desembocadura con el río Caudal fue modificada y, desde entonces, los problemas han sido una constante. La acumulación de maleza y los problemas de estabilidad de la escolla han sido una fuente constante de quejas. Finalmente, la actuación demandada se ha ejecutado.

La escollera saneada fue construida tras las inundaciones de junio de 2010 para canalizar las aguas y evitar que se repitiera un episodio similar. La estructura terminó cediendo a mediados del mes de abril 2012. El muro de contención no resistió una nueva crecida, por otra parte, apenas reseñable en comparación con la de 2010. Los desperfectos causados, poco tiempo después, fueron solventados por la empresa que ejecutó las obras de saneamiento en el citado cauce.

Algo más de un año más tarde, a finales de la primavera de 2013, la situación se repitió. La escollera cedió prácticamente por el mismo sitio y los vecinos reclamaron una actuación, más tras lo vivido en la inundación de 2010, cuando casi todo el pueblo quedó anegado. Han tenido que esperar algo más de dos años. Las obras de saneamiento del río Cuna a su paso por la localidad mierense de El Pedroso obligaron a cambiar todo el curso de su desembocadura en el río Caudal. La empresa adjudicataria de los trabajos abrió un nuevo canal, ubicando el nuevo desagüe a la altura de la zona en la que se encontraba anteriormente el área de juegos infantiles del pueblo, que ha sido trasladada a las proximidades de la senda fluvial de enlaza con el puente de Santullano. Para desarrollar esta actuación se perforó un paso subterráneo bajo las vías de tren que utiliza Renfe.