Noreña, Franco TORRE

El plan de prevención de olores indeseables en el valle de Noreña, presentado por IU hace apenas una semana, no verá finalmente la luz. A la primera negativa del PSOE a respaldar el plan se unió el jueves la del PP local, que se alineó con los socialistas y votó en contra de que los pormenores del proyecto de la coalición de izquierdas pudiesen debatirse en el Pleno municipal.

El proyecto de IU nació marcado por la polémica. Presentado en la sede de la coalición en Pola de Siero el 19 de mayo y registrado en el Consistorio noreñense al día siguiente, los socialistas noreñenses, socios de gobierno de IU, se mostraron desde un primer momento contrarios al plan, argumentando que debían completarse los trámites abiertos antes de iniciar un nuevo frente de actuaciones. Aún el jueves el secretario general de los socialistas de Noreña, Francisco Fernández, incidía en este argumento y destacaba las «dudas acerca de la base científica que podría tener un seguimiento hecho por personas sin formación», aludiendo a la intención de IU de implicar a las fuerzas del orden en el plan. Esto derivó en la negativa socialista a debatir en comisión la propuesta, lo que llevó a la concejala de IU en Noreña, Valentina Valdés, a presentar el plan como moción de urgencia en el Pleno municipal celebrado en la tarde del jueves.

Al presentar la moción por la vía de «urgencia», el Pleno municipal debía votar en primer lugar si la propuesta merecía tal etiqueta, en cuyo caso pasaría a debatirse en profundidad por el Pleno, o si por el contrario no la merecía, se desecharía la moción sin debatirla.

En su argumentación a favor de la urgencia de la moción, Valdés destacó los expedientes abiertos a empresas del polígono de La Barreda y la circunstancia de que el orden del día del Pleno se presentaba con una inusual carencia de asuntos. Ya en un primer momento el otro edil de IU, el comunista Borja Ortea, y el portavoz de URAS-PAS y séptimo componente del tripartito noreñense, Daniel González Rajó, se mostraron proclives a aceptar la urgencia de la moción y pasar a debatirla. Por su parte, el PSOE reiteraba su anunciado rechazo.

Así las cosas, la votación quedaba en manos del PP, que en un primer momento se mostró partidario de tratar la moción, pero después comenzó a dudar con la propuesta del concejal de Medio Ambiente, el socialista Juan Álvarez Piquero, de convocar en el plazo de una semana una comisión y, en su caso, un Pleno extraordinario.

Los populares solicitaron entonces un receso de cinco minutos para debatir internamente la cuestión. A la vuelta, se había matizado su discurso y aceptaron la propuesta de los socialistas argumentando la imposibilidad de estudiar en profundidad un proyecto «que nos parece muy bien, pero que nos plantea algunas dudas», tal y como señalaron varios ediles populares durante su intervención.

Pese al anunciado revés, Valentina Valdés no retiró la moción y se procedió a votar la urgencia: 3 votos a favor, los de IU y URAS, y 10 en contra, la suma de los ediles de PP y PSOE. Al final, el anunciado plan de prevención de los malos olores propuesto por IU murió sin haber sido siquiera debatido.