Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Ayuntamiento de Carreño ha notificado a la Delegación de Gobierno en Asturias el incumplimiento del permiso de manifestación por parte de los policías locales de Carreño, que el pasado jueves 30 de septiembre se concentraron a las puertas de un pleno. Uno de los agentes congregados a la salida del pleno denunció ese mismo día al alcalde de Carreño, Ángel Riego, por una supuesta agresión cuando éste se dispuso a abandonar las instalaciones municipales. Unos hechos que el regidor socialista ha negado rotundamente, dándoles la vuelta: «en realidad, el agredido fui yo, que no podía salir del Ayuntamiento».

Según explicó Riego, convencido de su inocencia, «los hostigadores, los agresores, son los manifestantes, no yo, cuando todo parecía preparado para que sucediese lo que ahora denuncian los manifestantes», añadió el Alcalde.

La Delegación de Gobierno en Asturias es la que concede el permiso de concentración a los policías y lo ha estado haciendo durante todo el último año, en el que se han producido manifestaciones con la condición de que se respetase una distancia mínima con respecto a las puertas del Ayuntamiento, de forma que los concejales y el público asistente al pleno pudiesen acceder y salir del consistorio sin dificultades. Por tanto, el motivo que esgrime el Ayuntamiento para denunciar el incumplimiento de las condiciones de manifestación por parte de los policías es que estos se encontraban a la salida de la sesión plenaria ocupando las puertas del edificio e impidiendo la salida de los políticos.

De ser aceptadas las quejas municipales por parte de la Delegación de Gobierno, la primera consecuencia podría producirse ya en el próximo pleno del 28 de octubre, con la prohibición de la concentración de los manifestantes, que se viene repitiendo de manera continuada desde el otoño de 2009.

En su denuncia ante la Policía, el manifestante que declaró haber sido agredido por el Alcalde el pasado 30 de septiembre aportó un parte médico en el que figura que sufrió magulladuras. Cuando se produjo el incidente, a las puertas del pleno había una gran concentración de personas.