Granda (Siero),

F. TORRE

Los libros y los escritores coparon ayer todo el protagonismo en el Colegio Laude Palacio de Granda. Con motivo del Día Internacional del Libro, el centro educativo ha organizado una singular «Semana de las letras» con la que han logrado implicar a padres y alumnos en la promoción de la lectura. Una serie de actividades que vivieron ayer su punto álgido, con una jornada de puertas abiertas y una conferencia del escritor Pepe Monteserín, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA.

Los actos del día comenzaron con la apertura de una nutrida «Ferial del Libro», en la que padres y alumnos pudieron revisar tanto clásicos como las últimas novedades, y que aún permanecerá abierta en la jornada de hoy. Asimismo, el centro inauguró una exposición sobre la historia del libro, que repasa el desarrollo de los distintos soportes que ha tenido la literatura a lo largo de la historia, desde el códice medieval hasta el e-book.

En paralelo, las artes escénicas también tuvieron su cuota de protagonismo, con un ameno cuentacuentos representado por los alumnos de cuarto de ESO y primero de Bachillerato, para disfrute de sus compañeros de Educación Infantil y Primaria. Por su parte, los alumnos que conforman el taller de teatro del centro pusieron en escena la obra «La otra historia de Caperucita».

Además, los alumnos pueden participar en sendos concursos: uno de marcapáginas solidario, que busca obtener dinero para ayudar a las actividades de Save the Children, y otro de ortografía on-line. Pero más allá de estas actividades, dos escritores focalizaron la atención de profesores, padres y alumnos: Juan José Lage y el propio Pepe Monteserín.

En el caso de Lage, el escritor compartió su experiencia con los alumnos de Primaria, a los que impartió un taller de animación a la lectura. Monteserín, por su parte, fue el encargado de cerrar la jornada de puertas abiertas con una conferencia dirigida a padres y profesores, en la que desgranó su experiencia como escritor, y relató los desafíos que ha tenido que sortear para poder dedicarse a esa actividad.

«Nací escritor», declaró Monteserín al comienzo de la charla, para acto seguido relatar cómo el desempeño profesional le había llevado a ser arquitecto técnico. Pero entre planos y proyectos, su vocación se fue abriendo paso con los años, hasta que un día, planteándose que haría con su vida si estuviese a punto de morir, cayó en la cuenta de que debía dejar su carrera y coger la pluma: «Lo consulté con mi mujer y decidí dejarlo todo, vendiendo incluso algunos activos, para dedicarme a escribir», confesó a los asistentes.

Eso sí, Pepe Monteserín alertó a los asistentes del peligro de la vocación: «A un hijo mío, yo no le aconsejaría que fuese escritor, como en su día le desaconsejé que se dedicase al cine. Hay que tener los pies en el suelo».