El realojo de los vecinos de la barriada de Pumarabule afectados por las grietas en sus viviendas es, entre todas las cuentas pendientes de la parroquia de Santa Marta de Carbayín, la que más encarrilada está. Tras varias propuestas, estudios y descartes, finalmente la Consejería de Vivienda ha decidido promover la construcción de entre treinta y cuarenta viviendas en unos terrenos propiedad de Hunosa situados en la parte alta del antiguo botiquín del pozo minero. De las más de sesenta familias afectadas por las grietas de la barriada, se han mostrado dispuestas a adquririr la nueva vivienda 34. Elvira Blanco, directiva de la asociación La Malpica, asegura que puede haber otras familias de fuera de la barriada interesadas en adquirir las viviendas. Esta posibilidad se ha planteado al Principado. Por su parte, Andrea García subraya el trabajo de la edil Engracia Valle en las gestiones.