Primero fueron sus padres y ahora son ellos. Alberto García, Josefina Rodríguez, María Jesús Rodríguez, María del Pilar Rodríguez, María Concepción Rodríguez y Abdón Durán son los guardianes de la obra de Antón. Ellos, sobrinos del artista candasín, valoran la trayectoria que ha tenido el centro escultórico durante estos veinticinco años de historia. "Estamos satisfechos con todo el trabajo que se ha hecho por parte del Ayuntamiento de Carreño. Primero con José Luis Vega, 'Pelís', en su puesta en marcha y ahora con Ángel Riego en su continuidad. De igual forma, estamos muy contentos con el equipo humano que compone el museo y especialmente con su directora, Dolores Villameriel", manifiesta el portavoz de la familia, Alberto García, que resalta también la labor educativa del museo.
Aunque el balance es bueno, los herederos del artista creen que hay que seguir luchando por el mantenimiento y la mejora de un museo que año tras año demuestra su compromiso con la escultura asturiana, pero sin perder nunca de vista sus raíces.
