Del Piemonte a Grado. Uno de los platos más populares de la cocina italiana, el risotto, que se puede comer en toda Italia pero se asocia principalmente a la región norteña, se ha convertido en el auténtico protagonista del certamen de pinchos de Grado. "Loa a la trattoria de Piamonte", del "Rincón de Fufo", se impuso en el concurso por delante de las creaciones del bar "Acebos", en segunda plaza, y la confitería "Josmay". El café "Exprés" recibió el premio del público.
Su creadora y copropietaria del local, María Amor Álvarez, enseña a LA NUEVA ESPAÑA cómo hacer el exitoso pincho paso a paso. Para empezar es necesario tener un calabacín, una berenjena, arroz de grano redondo, setas, queso parmesano, nata y tierra de setas. Eso en lo que se refiere a la cocina, porque Álvarez también ha sabido realzar la estética del pincho, que presentó dentro de una maceta. El olor de la tierra de setas recuerda las plantas y flores de los balcones en primavera, dice.
"Probé varias cosas y finalmente teníamos tres pinchos muy distintos, pero este fue el que más nos gustó a todos los que trabajamos en el restaurante", explica.
El primer paso es trocear la berenjena y el calabacín, al estilo brunoise, y ponerlos a pochar en una sartén con aceite. Después se incluyen las setas, que pueden ser de temporada o mezclas que se pueden encontrar en los supermercados. Se flambea con vino blanco y ya está listo para recibir los granos de arroz.
La mezcla se irá cociendo poco a poco , a fuego lento, y es necesario revolver con asiduidad para que el arroz quede meloso al estilo risotto. Unos granos que irán creciendo con un fumet de verduras, que le aportará mucho más sabor, detalla Álvarez. El último paso es echar el queso parmesano y continuar revolviendo. Una vez listo, se mete en cada maceta con delicadeza y se decora con una hoja de albahaca.
Así se hace el pincho ganador de la octava edición del certamen. Una elaboración que probaron alrededor de 400 personas el pasado fin de semana. "El viernes fue el día más fuerte, aunque más flojo que otros años, quizá por el agua", señala Sindulfo Díaz, copropietario del local. En su negocio siempre participan en los concursos de cocina del concejo porque "son interesantes, mueve a la gente y anima a hacer este tipo de cocina", añade.
María Amor Álvarez está muy agradecida a Isabel y Cruz, empleadas del bar, por su ayuda inestimable. Así como a Marcos Cienfuegos, cocinero que pasó por "El Rincón de Fufo" en 2013 y cambió el rumbo de la cocina. "Desde que pasó por aquí nos encauzó y nos marcó la línea de trabajo y le estamos muy agradecidos", aseguró. Antes de que acabe el mes, la Novena Bizarra llevará a Grado más pinchos. Serán dignos de ver y comer.
